La vida está en otra parte
Arturo Márquez Murrieta
¿Es inmoral dar consejos a otras personas?
Hace unos días leí en varios medios ingleses algunas notas en relación a una investigación del filósofo Dr. Farbod Akhlaghi, profesor de la Universidad de Cambridge en Reino Unido, sobre lo que afirma este filósofo en relación a que aconsejar a amigos y familiares sobre decisiones importantes de sus vidas es violatorio al derecho moral de “autoría propia”. La “autoría propia” se entendería aquí como el derecho a tomar decisiones por uno mismo sobre temas importantes.
“La persona que somos es el resultado de las decisiones que tomamos en nosotros mismos” señala Akhlagui.
Aquí les pongo el link al trabajo de este filósofo sobre el tema: https://academic.oup.com/analysis/advance- article/doi/10.1093/analys/anac084/6966040?login=false Akhlaghi argumenta que el derecho a lo que él llama “autonomía reveladora” es violado incluso con consejos bien intencionados de amigos o familiares sobre decisiones cruciales de vida. Así, este filósofo plantea que es imposible saber de antemano si un amigo o familiar se beneficiaría o no de una experiencia transformativa, como un nuevo trabajo, tener hijos, dónde estudiar o qué carrera elegir, y sólo lo podrá saber la persona después de haber vivido tal decisión o el evento o experiencia que implicó.
El punto clave aquí de acuerdo con Akhlaghi es que sólo haciendo estas decisiones de manera personal e independiente es que podemos conocernos a nosotros mismos.
En la investigación del Dr. Akhlagui titulada “Experiencia transformativa y el derecho a la autonomía reveladora”, este filósofo plantea que lo que vale no es la elección en sí misma, sino el hecho de tomar dichas decisiones de manera autónoma para poder aprender nuestras preferencias y valores, lo que le da a la persona un cierto nivel de auto-autoría, es decir, de ir creando tu propia persona.
Así, en este trabajo se argumenta que este derecho crea otro correlativo en el sentido de que otras personas, incluidos amigos o familiares, también tienen el deber moral en no interferir en el proceso de autodefinición, como auto-autoría o autoría de uno mismo, de otra personas, aunque sean sus amigos o familia.
Esta forma de intervención sólo sería justificable, de acuerdo al académico de la Universidad de Cambridge, si compite con otras consideraciones morales tales como lastimar, herir o causar dolor a terceros.
Hasta aquí de manera muy resumida lo que dice el filósofo. Ahora quisiera relacionarlo con dos reflexiones personales. Me parece que estos conceptos que nos da Akhlaghi tienen que ver con algo que yo creo y que he venido defendiendo en cualquier sociedad o, mejor dicho, en el diseño de cualquier forma de gobierno democrática. Una tiene que ver con la libertad individual que es un concepto central en la filosofía moral y política. La otra se relaciona con la práctica del coaching, en particular del coaching ontológico del lenguaje, que he estudiado y que me parece una herramienta muy poderosa para la transformación personal.
En relación con la libertad, me parece que es el principal derecho que tenemos las personas en cualquier sociedad. Se trata de la capacidad de una persona para tomar decisiones y actuar de acuerdo con sus propias preferencias y valores, sin ser coaccionado o restringido por fuerzas externas.
No estoy completamente seguro en que la interferencia de amigos y familiares en las decisiones cruciales de la vida de una persona, sea una forma en que se puede violar la libertad individual.
Me parece que es muy importante que las personas tengan la oportunidad de descubrir por sí mismas los resultados de sus propias decisiones en la conformación de lo que Akhlaghi llama “autoría propia” y estoy de acuerdo, por lo tanto, que es solo a través de la toma de decisiones autónomas que podemos conocernos a nosotros mismos.
Para mí lo que plantea este filósofo tiene que ver con el concepto clásico de la filosofía política de libertad individual como un derecho fundamental que debe ser respetado en todas las circunstancias. Por lo tanto, debemos ser conscientes de los límites de nuestra intervención y respetar la libertad individual de aquellos a quienes amamos.
Quizá lo nuevo aquí y lo que ha causado controversia es la afirmación de que es inmoral dar consejos a otros sobre decisiones importantes de vida. El consejo y la orientación de amigos y familiares a menudo son valiosos y pueden ayudar a evitar errores costosos y dolorosos. En algunos casos, la experiencia y el conocimiento de otras personas pueden ser esenciales para tomar una decisión informada. Así, quizá desde otra lectura o punto de vista, negar a alguien la posibilidad de obtener consejo de aquellos que le quieren es limitar su capacidad de tomar decisiones. Y quedaría por verse solamente si dichos consejos son informados y bien fundamentados. Sin embargo, coincido con Akhlaghi en que al final tanto la decisión como el resultado de dicha decisión afecta a la persona que la tomó y por lo tanto está construyendo su propia persona, es decir, sigue siendo una “autoría propia”.
En la vida real, las decisiones no siempre son tan claras y simples como la filosofía sugiere. A menudo, están influenciadas por factores externos, como la economía, la política y las relaciones interpersonales. Negar la influencia de estos factores en nuestras decisiones es ignorar la complejidad de la vida humana.
En nuestras sociedades, principalmente las latinoamericanas y mexicana -al contrario de la cultura anglosajona donde hay un gran respeto a la decisión individual que llegaría a parecer hasta egoísta- nos metemos mucho con “el otro”, queremos (y lo hacemos) dar nuestro punto de vista, decir qué se tiene que hacer y cómo. Desde ese contexto, me resulta atractivo la postura del filósofo de Cambridge.
Ser más respetuosos con el proceso personal e individual en la toma de decisiones de otra persona, sobre todo amigos, hijos, hermanos, etc., puede ser algo que nos falta como sociedad. Es en este sentido que estos conceptos de autoría propia y autonomía reveladora me parece que son fundamentales en la construcción de la libertad individual y, en consecuencia, de sociedades respetuosas del derecho fundamental de la libertad.
Sin embargo, y este es mi segunda reflexión, muchas veces las personas no podemos ver algunos aspectos de nosotros mismos y necesitamos a alguien que nos ayude a verlos. Es aquí tan importante la declaración de quiebre que nos plantea la ontología del lenguaje.
El pedir ayuda por un quiebre es también una manifestación de nuestra libertad personal. Cuando hacemos ese juicio y pedimos ayuda porque no podemos solos es quizá uno de los momentos más importantes de nuestra vida y una de las manifestaciones más palpables de nuestra individualidad y libertad.
Cuando acudimos con un terapeuta o un coach de vida para que nos ayude a ver cosas que no podemos ver de nosotros mismos y a poder movernos a la toma de decisiones y a la acción, también ese proceso puede resultar en una poderosa manifestación de liberación, libertad, autoría individual y de “autonomía revelatoria” de la que nos habla Akhlagui. Es decir, recibir ayuda a partir de una declaración de quiebre y de hacer el juicio de que “no puedo”, no es inmoral, sino, al contrario, un derecho moral igual de importante.
Les dejo aquí las referencias:
https://www.cam.ac.uk/research/news/interfering-in-big-decisions-friends-and-family-take-could- violate-a-crucial-moral-right- philosopher?utm_campaign=research&utm_source=facebook&utm_medium=social&fbclid=IwAR1g ndVqN6bEidqw3DcSLQZyAUI3dME3CwSNR9ZVpzAiOm_gBeMuiSAQ0xs https://academic.oup.com/analysis/advance- article/doi/10.1093/analys/anac084/6966040?login=false https://www.theguardian.com/world/2023/jan/26/advising-others-on-crucial-life-choices-immoral- says-cambridge-philosopher |