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Sábado 21 de diciembre de 2024
Contrapesos y rendición de cuentas

Actualizado: 2023-03-15

La vida está en otra parte


Arturo Márquez Murrieta


Contrapesos y rendición de cuentas


Una de las tareas más importantes de las cámaras de diputados o asambleas de representantes es la de revisar el gasto público. El Poder Legislativo, además de su función esencial de hacer o reformar leyes, tiene también su razón de ser en erigirse como el principal evaluador de las diversas autoridades en ejercicio del presupuesto gubernamental. En esa función recae su característica de ejercer un contrapeso a los otros dos poderes, organismos, niveles de gobierno, etc.


Desde las revoluciones inglesa y francesa del siglo XVII y XVIII respectivamente, los Estados democráticos modernos han contado con este importantísimo papel de las cámaras de diputados o representantes para revisar los gastos públicos.


En México, por muchas décadas esta tarea la ejercieron las comisiones de vigilancia de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión y los congresos locales. Posteriormente se creó la Auditoría Superior de la Federación y las de los estados, pero siempre dependientes de los congresos respectivos.


Sin embargo, algunos estados, entre ellos Veracruz, crearon órganos autónomos, no dependientes de la cámara de diputados, transfiriendo en parte esa facultad importantísima de la revisión del gasto, lo cual, desde mi punto de vista, desvirtuó en parte el espíritu original de una de las razones de ser de los congresos o asambleas.


Desde luego se conservaron las comisiones de vigilancia y la facultad de aprobación de la cuenta pública, pero la función en sí ya no la ejercería el Poder Legislativo.


Como politólogo y estudioso de la ingeniería constitucional y del diseño institucional, me parece que, al crearse estos órganos técnicos y especializados de revisión del ejercicio fiscal, se abría una puerta muy grande para el conflicto político institucional ya que el Congreso y sus diputados podrían y pueden reclamar esa facultad aduciendo en cierta medida la ilegitimidad para ello.


Lo que estamos viviendo en Veracruz en cuanto al conflicto entre el Órgano Superior de Fiscalización y el Congreso, es resultado de esa hipótesis. Creo que el organismo técnico y profesional de supervisión y fiscalización del gasto público debe estar dentro del Congreso. Desde luego como un cuerpo de profesionales, expertos, técnico y especializados en tal tarea, pero siempre dependiente del Congreso y/o de su Comisión de Vigilancia, Hacerlo de otra manera desvirtúa completamente el principio de división de poderes, de pesos y contrapesos entre poderes y de rendición de cuentas. Es decir, desvirtúa y contradice el espíritu original de la existencia de los congresos, de las asambleas como representantes del pueblo, de los ciudadanos y las ciudadanas.


La revisión, evaluación y aprobación del gasto público, la famosa “Cuenta Pública”, no es un acto o tarea de un día, o de un momento, o un proceso único.


Se trata de un proceso permanente que debe estarse ejerciendo durante todo el año por parte primero de ese cuerpo técnico y especializado dentro del Congreso, y después por los propios diputados y diputadas. Se trata de un proceso constante de revisión, de diálogo, de solicitud y respuesta, de demostración y verificación de la obra pública, de las cuentas, de la documentación y testimonios del gasto. Esto no se hace en un día, ni en una votación, se logra a lo largo del año fiscal.


La discrepancia o desacuerdo entre Congreso y ORFIS es algo que se venía venir cuando hay una contradicción o repetición en funciones. Esa repetición no debería existir. Para mí no hay duda, le corresponde al Congreso y a su auditoría. Tienen razón los diputados. Por más que un organismo autónomo haga bien su trabajo, la duda siempre va a existir. La solución: regresarle al Congreso su facultad plena y total de revisar el gasto como contrapoder que es, como legítimo representante de las y los veracruzanos, regresarle al Congreso su legítima y constitucional facultad de llamar a rendición de cuenta a todas las autoridades, que, además, dicho sea de paso, a nivel federal la sigue teniendo la Auditoría Superior de la Federación dentro de la Cámara de Diputados. ¿Por qué en los estados y en Veracruz en particular tendría que ser diferente?


Queriendo ser democracias de quinta, sexta, séptima generación hemos complicado muchísimo el diseño institucional. Pero el diseño original y básico de ingleses y franceses está ahí desde hace tres y cuatro siglos. No quiero decir con ello que no haya, como en cualquier democracia moderna, otros pesos y contrapesos sociales y públicos, desde la sociedad civil o desde las leyes en diversos ámbitos. Pero en este ámbito de la rendición de cuentas del gasto público debemos regresar al espíritu original: el Congreso como principal contrapoder en la rendición de cuentas y en la fiscalización del gasto.


@MarquezMurrietaMu

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