| Luz al final del t�nel |
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Actualizado: 2020-08-14 |
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EL PODER DEL PUEBLO
Luz al final del t�nel
Lic. Rub�n R�os Uribe
A unos tres kil�metros del centro de Oxford, Inglaterra; a s�lo una hora y media manejando desde Londres y a m�s de ocho mil 700 kil�metros de M�xico, se encuentra un moderno edificio de tres pisos con fachada de aluminio y cristal verde que ocupa toda la manzana. Podr�a ser un edificio de oficinas cualquiera. Pero no lo es. Sin un letrero que lo identifique, el inmueble aloja a cuatro centros de investigaci�n de la Universidad de Oxford. Y uno de ellos es el Instituto Jenner de desarrollo de vacunas.
(Lo llamaron Jenner en honor a Edward Jenner, el brit�nico que en 1796 prob� con �xito la primera vacuna de la historia, contra la viruela, enfermedad que todos los a�os causaba una muerte horrible a millones de personas alrededor del mundo. De hecho, a la humanidad le tomar�a casi dos siglos erradicar a la viruela -1980-, que apenas en el siglo XX mat� a 300 millones de personas en todo el planeta).
Hasta ese edificio, en cuya entrada se aparcan decenas de bicicletas, todas las ma�anas llega pedaleando la suya una mujer pelirroja, de lentes, que casi ha cumplido seis d�cadas de vida. Se llama Sarah Gilbert y, como el edificio, tampoco ella se distingue de cualquier ciclista que transite a esas horas por las calles del tranquilo suburbio oxoniense, poblado de universitarios y m�dicos �hay un hospital enfrente-.
Pero como su oficina, tambi�n Sarah Gilbert es especial. Se trata de la bioqu�mica l�der de un equipo de cient�ficos que est� entregado por completo a una guerra contra la muerte: crear la vacuna contra el Covid 19. Con ese peso sobre su espalda, en los �ltimos meses la cient�fica ha dormido s�lo cuatro horas diarias y ha ido a su oficina los siete d�as de la semana.
La vacuna que desarrolla el equipo de Sarah Gilbert, en una carrera contra laboratorios de todo el mundo, est� pr�cticamente terminada. Ha entrado en lo que los inmun�logos llaman la fase III de la investigaci�n, que consiste en probarla �en la calle�, con miles de personas en varios pa�ses, para probar su efectividad. La doctora est� tan confiada de la seguridad de su vacuna que la prob� en sus propios hijos, trillizos de 21 a�os, estudiantes de bioqu�mica como su mam�.
Pronto se sumar�n al logro de los rusos que, con otro m�todo y otras tecnolog�as, fueron los primeros en registrar oficialmente una vacuna contra el Covid 19, arrebat�ndole a Estados Unidos la codiciada primicia y anotando un triunfo pol�tico para el presidente Vladimir Putin. Con lo avanzadas que est�n las vacunas brit�nica y china, la vacuna estadounidense parece que llegar� tarde a la fiesta.
Y es que la investigaci�n de Oxford normalmente habr�a tomado varios a�os, no por l�mites de la ciencia y la tecnolog�a, sino por presupuesto. El apremio mundial por parar en seco al coronavirus �y el prestigio de quien lo lograra primero- cambi� eso. Los laboratorios AstraZeneca �tambi�n brit�nicos- dijeron las palabras m�gicas: �nosotros ponemos el dinero�.
No son cualquier hijo de vecino. AstraZeneca obtuvo el a�o pasado ingresos brutos por 33 mil millones de d�lares, de los cuales 8 mil millones fueron ganancia neta. Con dinero disponible, el equipo de Sarah Gilbert pas� de un pu�ado de personas a principios de a�o a 300 y se tard� cuatro meses en hacer lo que les habr�a tomado cinco a�os. Se calcula que a partir de noviembre, esa vacuna podr�a estar aprobada en cualquier momento.
Y esa es, justo, la vacuna que llegar� a M�xico gracias a las gestiones del gobierno del presidente Andr�s Manuel L�pez Obrador.
AstraZeneca prometi� que la vacuna se pondr�a a disposici�n de mundo de forma gratuita. En realidad, no la vacuna, sino la f�rmula, porque todav�a har�a falta producir cientos de millones de dosis que, esas s�, costar�n mucho dinero.
Ah� entra el acuerdo de la Fundaci�n Slim y los gobiernos de M�xico y Argentina: en sumar esfuerzos para producir masivamente la vacuna para distribuirla sin af�n de lucro a toda Am�rica Latina �menos Brasil, porque ellos ya hicieron su propio acuerdo con Rusia-. M�xico y Argentina, desde luego, tendr�n prioridad en la distribuci�n.
En M�xico, el compromiso del presidente L�pez Obrador es emblema de su Gobierno: la vacuna ser� gratuita para la gente, ser� para todos, con prioridad en el personal m�dico, los adultos mayores y la gente pobre, que son los m�s golpeados por la pandemia.
La buena noticia no implica en absoluto bajar la guardia. Las vacunas no reviven muertos y faltan varios meses �cuando menos medio a�o o m�s- para que las primeras dosis empiecen a ser aplicadas. Y en esos meses todav�a puede morir much�sima gente si descuidamos las medidas preventivas. Por favor, celebremos la luz al final del t�nel sin dejar de cuidarnos.
*Diputado local. Presidente de la Mesa Directiva. |
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