| TSJE, FGE, Orfis, gabinete: la trampa del empoderamiento |
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Actualizado: 2021-04-12 |
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De razones y pasiones
TSJE, FGE, Orfis, gabinete: la
trampa del empoderamiento
Rafael P�rez C�rdenas
Tiene raz�n el gobernador de Veracruz Cuitl�huac Garc�a cuando presume que nunca antes tantas mujeres hab�an ocupado, al mismo tiempo, la titularidad de los Poderes del Estado, organismos aut�nomos y un buen n�mero de carteras del Gabinete. Sin embargo, como nunca antes, estas instituciones se han convertido en un ap�ndice burocr�tico del Poder Ejecutivo.
Sof�a Mart�nez Huerta fue la primera mujer en la historia en Presidir el Tribunal Superior de Justicia (TSJE); Ver�nica Hern�ndez Giad�ns es la primera mujer en ser Fiscal General del Estado (FGE) �la extinta Procuradur�a de Justicia del Estado fue encabezada s�lo por hombres-; Delia Gonz�lez Cobos tambi�n es la primera mujer que dirige el �rgano de Fiscalizaci�n del Estado (ORFIS); la diputada Ana Paola Linares Capitanachi no es la primera mujer en presidir el Congreso �ah� s� son muchas quienes han ocupado el cargo-, pero coincide con lo que se supondr�a una revoluci�n p�rpura de la administraci�n p�blica.
En el Poder Ejecutivo son mujeres quienes encabezan las carteras de la Secretar�a del Trabajo, del Medio Ambiente, Turismo, Protecci�n Civil, la Contralor�a General del Estado y hasta la Oficina del Programa de Gobierno. En la mayor�a de los casos de trata de perfiles con muy escasa experiencia en las tareas que les toca desempe�ar, lo que demerita seriamente el prop�sito de un gobierno con perspectiva de g�nero.
La presunci�n del gobernador en realidad es una confesi�n involuntaria. Adjudicarse el m�rito s�lo confirma el intervencionismo de su gobierno por imponer a las titulares de los otros poderes y organismos aut�nomos, como una extensi�n de su autoridad. Todas ellas �con excepci�n de la diputada Capitanachi- surgieron del gobierno estatal y en consecuencia, de �l emanan todas sus decisiones.
Su nombramiento no obedece a su capacidad y trayectoria sino a la perversa intenci�n de imponer un empoderamiento sumiso. Los Poderes y los organismos aut�nomos, encabezados hoy por mujeres que fueron funcionarias en posiciones bastante modestas de la administraci�n, han sido avasallados en su autonom�a y capacidad de autogobierno.
En el caso del Tribunal Superior de Justicia, a quien alardearon como la primera titular del Poder Judicial, hoy enfrenta juicio pol�tico por orden superior. Quien la sustituy� en el cargo, Isabel Romero Cruz, ha reconocido que su antecesora no �entendi� el papel� de un poder bajo el yugo de los operadores pol�ticos del gobernador. Como en todos los casos, se convirti� en una agencia de colocaciones de quienes hoy se reparten el bot�n.
El Poder Judicial ha perdido su autonom�a. Desde palacio de gobierno y el Congreso del estado se ha impulsado una renovaci�n rapaz de sus �rganos de gobierno y administraci�n, en la que su Presidenta s�lo intenta mantener el equilibrio interior, roto por el conflicto con la anterior magistrada que deriv� en su destituci�n a menos de un a�o de tomar posesi�n.
La Fiscal General del Estado, literalmente, baila al son que le toquen. Se ha convertido en una funcionaria m�s del gabinete, entregada por completo a los intereses pol�ticos del gobierno y sus principales operadores. Surgida desde la Secretar�a de Gobierno, ah� se siguen ejecutando las decisiones que han costado serios conflictos a la autonom�a de la instituci�n. El ministerio p�blico se ha convertido en el brazo ejecutor de la persecuci�n y las revanchas pol�ticas, hoy justificadas bajo el aberrante criterio de ultrajes a la autoridad.
No hay respuesta a los colectivos de desaparecidos; no hay comunicaci�n con los familiares de las v�ctimas; la promesa de castigo y justicia a los responsables de secuestros, feminicidios y delitos de alto impacto �en los que Veracruz sigue en los primeros lugares- es un desgastado clich� del gobierno estatal que hace las veces de vocero de la dependencia. La fuerza de la Fiscal, parad�jicamente, radica en su sumisi�n ante el gobierno.
Hoy el avasallamiento alcanz� al �rgano de Fiscalizaci�n Superior, sometido a los intereses pol�ticos, econ�micos y electorales del gobierno estatal. Impedido a cumplir su funci�n, el ORFIS se ha contaminado del tr�fico de influencias y el poder desbordado del c�rculo m�s cercano al gobernador, lo que �l mismo que tolera y promueve. La transparencia s�lo es el pretexto para el ajuste de cuentas.
Nadie en su sano juicio pensar�a en confrontar al gobierno estatal �aunque Sof�a Mart�nez s� lo hizo-, sino ejercer el cargo para el que fueron electas, supuestamente como un asunto de igualdad y perspectiva de g�nero. Si en verdad el gobernador quer�a empoderar a la mujer, el camino correcto era respetar su autonom�a y capacidad de autogesti�n, sin imposiciones, injerencias ni castigos al ejercicio de su independencia, entendida como un acto de rebeld�a.
El riesgo que hoy corren la mayor parte de ellas �como ya sucedi� con la diputada Capitanachi- es que la injerencia del poder ejecutivo y el cumplimiento de los afanes de palacio de gobierno, podr�an representarles en el futuro responsabilidades administrativas y penales, que confirmar�a que su paso por las instituciones m�s importantes del gobierno fue una trampa.
Lo que hoy sucede en Veracruz no es un empoderamiento, es la violencia pol�tica m�s artera que las mujeres en la funci�n p�blica hayan vivido.
Las del estribo�
1. La ineptitud y la desidia provoc� el lamentable accidente de una persona en la cascada de Texolo. Como sucede en estos casos, hay un carnaval de culpas pero ninguna autoridad responsable que d� la cara a la familia de la v�ctima. Eso fue, al menos, un homicidio culposo evidente.
2. F�lix Salgado Macedonio amenaz� con dar a conocer el domicilio particular del Presidente del INE como medio para promover una agresi�n. En respuesta, la Secretaria de Gobernaci�n sali� a reprender el INE y al frustrado aspirante. El proceso electoral m�s grande de la historia tambi�n ser� el m�s violento.
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