| La iglesia, promotora del voto |
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Actualizado: 2018-01-17 |
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La iglesia, promotora del voto
Por Yamiri Rodr�guez Madrid
En cada proceso electoral, los candidatos se acercan a la Arquidi�cesis de Xalapa en parte, a pedir la bendici�n, en parte a buscar un respaldo moral por ser este a�n el credo con mayor n�mero de feligreses. Hoy que estamos en pre campa�a por la gubernatura, el Senado y las diputaciones locales y federales, ya comenzaron a acercarse al clero, por lo menos la gran mayor�a.
Los pre candidatos que ya lo han hecho, lo hicieron en forma privada, a fin de que los religiosos tambi�n conozcan sus planes para Veracruz pues, son influencia en miles de personas en la regi�n.
Sin embargo, hoy los sacerdotes cat�licos son m�s cautelosos, sobre todo cuando en el proceso electoral del 2015, la Arquidi�cesis de Xalapa y la Di�cesis de Aguascalientes, fueron denunciadas por supuesta intromisi�n en el proceso electoral, con la intenci�n de que se anularan los resultados electorales aunque eso no procedi�.
Por eso ahora, los sacerdotes ya se preparan en talleres que les permitan promover el voto libre y razonado, pero sin trasgredir las leyes electorales. Desde el p�lpito, ejercer�n su liderazgo moral para que la ciudadan�a salga a votar, sin decirles por qui�n; les pedir�n que contrasten las propuestas, que analicen su viabilidad.
Caso contrario es el de otros credos que, en muchos casos aqu� en Veracruz han operado como brazos ejecutores de los gobiernos en turno, sean municipales o estatales, como algunos pastores evang�licos o de la Iglesia de la Luz del Mundo que, a cambio de prebendas, como compensaciones bajo el agua de m�s de 5 d�gitos o puestos, golpetean y critican a trav�s del serm�n. Pero ellos, no son medidos con la misma vara, no hay sanciones ni jalones de orejas desde Gobernaci�n.
Y es que el votar no debe ser visto como una cuesti�n de fe, sino una como lo que es: una obligaci�n ciudadana, que cuesta y cuesta mucho en todos los sentidos. No solo la Iglesia debe ser la promotora del voto, nadie debe llamarse apartidista, desde�ar lo que hacen los pol�ticos pues, aunque no nos interese, sus acciones repercuten para mal o para bien, en nuestras vidas. No se vale solo quejarse si no se vota.
@YamiriRodr�guez |
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