Siguenos
Viernes 26 de abril de 2024
Los cuentos de una vida, descanse en paz el maestro Pitol

Actualizado: 2018-04-13
Los cuentos de una vida, descanse en paz el maestro Pitol



Por Yamiri Rodr�guez Madrid

Se fue el maestro Sergio Pitol. Se fue uno de los grandes de las letras iberoamericanas. Hoy reproduzco, en su memoria, una de las varias espl�ndidas entrevistas que me dio. Esta fue despu�s de haber ganado el Premio Pr�ncipe de Asturias, uno de los muchos galardones que su fant�stico talento le dio.

Seis a�os de su infancia pas� postrado sobre una cama a consecuencia del paludismo. Ah� Sergio Pitol Dem�neghi aprovech� para conocer, para fascinarse, de los mundos que describ�an en sus p�ginas sus hasta hoy favoritos: la locura plasmada en los cuentos de Nikolai Mogol o la vida de los cosacos y moscovitas en los libros de Le�n Tolstoi.

Muy similar a la vida de Ni�toschka, un personaje de Fedor Dostoievski que vivi� una infancia dura, Sergio Pitol perdi� a su madre a los cuatro a�os, despu�s a su padre y a su hermana, y aunque la vida parec�a no sonre�rle, 73 a�os despu�s es uno de los m�ximos exponentes del m�gico realismo latinoamericano, es el ganador del Premio Cervantes 2005.

�Hizo suya la literatura o ella lo hizo a �l?

Han pasado 45 a�os desde que el escritor puso punto final a su cuento �Cuerpo presente� all� en Roma y en todas esas d�cadas ha logrado que las peripecias de esos estudiantes, hombres de negocios y cineastas que ha parido a trav�s de su pluma, hicieran de �l un escritor de culto.

El �maestro� ha dicho una y otra vez que los claroscuros de su ni�ez all� en Potrero, han sido pieza fundamental en la trama de sus libros: una abuela, Do�a Catalina Buganza, a la que nunca olvida y a la que evoca no s�lo cuando los males f�sicos lo agobian sino que lo acompa�a en sus momentos de alegr�a, como cuando el pasado mes de abril recibi� el Premio Cervantes 2005.

Esas mismas vicisitudes que tuvo que enfrentar siendo muy ni�o fueron las que lo llevaron a convertirse en el escritor consumado que es hoy pues la enfermedad que lo recluy�, fue la misma que lo hizo descubrir su pasi�n por la literatura.

�Mi abuela viv�a para leer todo el d�a sus novelas. Su autor preferido era Tolstoi. La enfermedad me condujo a la lectura; comenc� con Verne, Stevenson, Dickens y a los doce a�os ya hab�a terminado La guerra y la paz. A los diecis�is o diecisiete a�os estaba familiarizado con Proust, Faulkner, Mann, la Wolf, Kafka, Neruda, Borges, los poetas del grupo Contempor�neos, mexicanos, los del 27 espa�oles, y los cl�sicos espa�oles�, rememor� en su discurso ante los Reyes de Espa�a.

Tras los a�os dif�ciles Pitol Dem�neghi se convirti� en abogado y fil�sofo y a los 27 a�os comenz� su vasta carrera diplom�tica que lo llevo a tierras tan lejanas como Belgrado, Varsovia, Roma, Pek�n, Par�s, Budapest, Mosc� y Barcelona, mismas que le sirvieron de tel�n de fondo para sus relatos.

�l mismo cuenta que en Barcelona termin� de escribir �El ta�ido de una flauta�, en Varsovia se cort� �el cord�n umbical� que lo un�a con su infancia y en Praga tuvo un encuentro frontal con la parodia.

�Si es cierto que las pulsiones de la ni�ez nos acompa�ar�n hasta el momento de morir, tambi�n lo es que el escritor deber� mantenerlas a raya, evitar que se conviertan en un candado para que la escritura no se transforme en c�rcel, sino en reserva de libertades�.

Pero su carrera no solo ha brillado por sus creaciones literarias sino tambi�n por las impecables traducciones que ha hecho de Henry James o Anton Chejo; de �Las puertas del para�so� de Jerry Morzejweski, y �Las excentricidades del cardenal Pirelli�, de Roland Firbank, �como lo hicieron en su tiempo, con otras obras, Jorge Luis Borges o Franz Kafka�.

Pitol nunca se cas�, m�s escribi� con �xito �La Vida Conyugal� -una de sus obras m�s representativas y que incluso recientemente fue traducida al chino-; eso si, tuvo muchos hijos, no de carne y hueso, sino de pasta y hojas. Su favorito: �El Mago de Viena�.

�El que m�s me gusta es el �ltimo, que se public� hace unos meses, que yo creo que ese libro fue fundamental para el jurado del Premio Cervantes, El mago del Viena; otro es El Arte de la Fuga�.

La lista es larga: Infierno de todos (1971), El ta�ido de una flauta (1973), Nocturno de Bujara (1981), Juegos florales (1985), El desfile del amor (1985), Domar a la divina garza (1988), Vals de Mefisto (1989), La casa de la tribu (1989), La vida conyugal (1991), Todos los cuentos m�s uno (1998) y So�ar la realidad (1998).

Sus obras m�s recientes son El viaje y Todo est� en todas las cosas (2000), De la realidad a la literatura (2002), El mago de Viena (2005) y la selecci�n Los mejores cuentos (2005).

Tras el premio equivalente al Nobel de la Literatura, Sergio Pitol se siente renovado para continuar con esa obra que por meses ha mantenido inconclusa, pero tambi�n preparado para recibir m�s reconocimientos que seguramente guardar� junto con Premio Nacional de Novela de M�xico (1973), el Xavier Villaurrutia (1981), el Premio Nacional de Literatura de M�xico (1983), el Herralde de Novela (1985), el Premio Nacional de las Artes y Letras de M�xico (1994), el Juan Rulfo de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (1999), el Premio Internacional Bellunesi che Hanno Onorato la Provincia la Provincia in Italia e nel Mondo (2000) o el Premio Nacional Francisco Javier Clavijero de M�xico (2002).

�Recibir el Premio Cervantes fue maravilloso realmente, de calidad, de fraternalidad, algo m�gico (�) Siento felicidad y gratitud pues los 50 a�os que llevo trabajando han dado frutos porque el Premio Cervantes es el premio m�s absolutamente importante de la lengua castellana�.

Mientras la tos se apodera de �l �pues dice que en los �ltimos meses la bronquitis lo ha asolado-, admite que en 50 a�os que lleva dedicado al arte de escribir jam�s se imagin� que fuera a recibir tan importante distinci�n.

�Jam�s, jam�s, jam�s, ni siquiera en estos �ltimos meses o a�os que tengo mucho �xito y que soy muy conocido en el mundo, por mis traducciones y una cantidad de libros, no me hubiera yo imaginado. Yo creo que este ha sido un a�o casi m�gico�.

Tras el premio de cien mil d�lares, el escritor va en busca de nuevas emociones, de refrescar viejas reminiscencias: aprovech� para recorrer viejos y m�ticos poblados espa�oles, para pasear por tierras chinas, para reencontrarse, con ternura, con el Pitol que a sus 24 a�os se adentraba en el mundo de la literatura.

Bien lo cita en el pr�logo de �Infierno de todos�: (�) regresar a los primeros textos exige del escritor adulto una activaci�n de todas sus defensas para no sucumbir a las malas emanaciones acumuladas con el tiempo. �M�s valdr�a un voto de no dirigir nunca la mirada hac�a atr�s!�.

Hoy sabe que puede hacerlo sin vacilar, que esos primeros relatos que conclu�an casi siempre en demencia o muerte lo convirtieron en el hombre que es hoy: el tercer mexicano en recibir el Premio Cervantes (Carlos Fuentes lo obtuvo en 1987 y seis a�os antes Octavio Paz).

Oriundo de Puebla, pero veracruzano por adopci�n, ha hecho de Xalapa su hogar. Pitol pudiera vivir en las tierras de Cervantes o en la fr�a Mosc� si as� quisiera, pero prefiere echar a volar la imaginaci�n con un l�piz en la mano mientras observa como cae la tarde por esa ventana que da a la calle de Pino Su�rez.

M�s de una d�cada despu�s, descansa en paz el maestro Pitol.

@YamiriRodr�guez



AVC Noticias 2013 - Contacto [email protected]Diseño Amarillo Estudio • Programación Sinergia Digital