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Jueves 31 de julio de 2025
Acciones contra la crueldad animal

Actualizado: 2025-07-28
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Acciones contra la crueldad animal


Luis Alberto Romero


La creciente preocupación global por el bienestar animal ha obligado a muchas empresas agroindustriales a replantear sus prácticas y modelos de producción. En este contexto, Granjas Carroll de México, a través de su unidad Altosano, se presenta como un caso ejemplar en la industria porcina nacional al adoptar un enfoque más humano y responsable en el trato hacia los animales.


La empresa sostiene que la salud, seguridad y comodidad de sus cerdos no solo son prioridades operativas, sino valores fundamentales dentro de su cultura corporativa. Asegura que sus prácticas están basadas en asesoría especializada, y abarcan desde el diseño del alojamiento hasta la nutrición, la bioseguridad, la genética y la prevención proactiva de enfermedades. Si estos principios se aplican de forma coherente y verificable, podríamos estar ante una operación que supera los estándares de la industria.


Una de las acciones más importantes implementadas por Granjas Carroll es la reconversión de sus maternidades, iniciada en 2017, hacia un modelo de “gestación abierta”. Este sistema permite que las cerdas gestantes se desplacen libremente en corrales, en lugar de permanecer confinadas en jaulas individuales. Se trata de una práctica que va acorde con las tendencias internacionales, y que rompe con métodos considerados crueles por organizaciones defensoras de los derechos animales. Aunque no queda claro si esta modalidad ya se aplica en todas sus instalaciones, el hecho de emprenderla ya representa un paso que muchas otras empresas del sector aún no están dispuestas a dar.


Además, Altosano-GCM cuenta con todas las certificaciones del sector, como la de Buenas Prácticas Pecuarias otorgada por SENASICA, y la Certificación Internacional de Bienestar Animal de Clover Leaf Animal Welfare. Esta última reconoce el cumplimiento de los cinco derechos fundamentales de los animales: vivir libres de hambre, sed, incomodidad, dolor, miedo, y tener la posibilidad de expresar un comportamiento natural. Son principios que, aunque reconocidos internacionalmente, rara vez se observan de manera integral en las granjas industriales mexicanas.


El avance de Carroll es destacable, sobre todo en un sector históricamente caracterizado por la opacidad y el maltrato sistemático a los animales. La mayoría de los rastros, granjas avícolas y porcícolas en el país aún operan bajo esquemas que en otras partes del mundo ya se consideran obsoletos o incluso inaceptables. Por ello, resulta alentador que existan iniciativas empresariales que busquen marcar una diferencia real, aunque aún sean la excepción.


El modelo implementado por Altosano-GCM podría convertirse en una referencia para la transformación de la agroindustria porcina en México. No obstante, para que el bienestar animal deje de ser una declaración de intenciones y se convierta en una realidad sostenible, es necesario que no sólo sea Granjas Carroll, sino que más actores del sector asuman su responsabilidad ética y productiva. Solo entonces se podrá hablar de una verdadera evolución en la manera de producir carne sin incurrir en actos de crueldad contra los animales.


@luisromero85


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