Traslados penitenciarios involuntarios

Las autoridades veracruzanas acusaron a varios políticos de ser delincuentes de alta peligrosidad. Por ello, los transfirieron a penales que se encuentran a cientos de kilómetros del lugar donde fueron arrestados. Abogados penalistas consideran que, en realidad, estas medidas fueron un pretexto para entorpecer y alargar sus procesos penales.
Jueces locales de Veracruz avalaron el envío de varios personajes políticos a reclusorios ubicados a cientos de kilómetros de Veracruz, el sitio donde inició su proceso penal. Los traslados se hicieron a petición de los centros de internamiento, alegando riesgos en la seguridad de los penales.

Uno de estos casos es el de Fabián Cárdenas Sosa. Fue detenido por el delito de secuestro agravado e internado en el Centro de Reinserción Social de Pacho Viejo, en Coatepec. Apenas tenía cinco meses de haber ganado la elección como alcalde por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en el municipio Lerdo de Tejada, en Veracruz.

Tres días después de su detención, la madrugada del 14 de diciembre de 2021, Cárdenas fue trasladado al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) 14 "CPS-Durango", a más de 13 horas en carretera del juzgado donde se llevaba su proceso penal.

La segunda historia es la de Ramón Ortiz, exdirigente regional de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México. Fue detenido en marzo de 2021, por los delitos de ultrajes a la autoridad y contra la salud por posesión simple de narcóticos.

Meses antes, Ortiz había creado la Fundación Grupo Ortiz, que tenía diferentes programas sociales en la zona sur de Veracruz y aspiraba a un cargo de elección por el partido Fuerza por México.
Una vez preso, “el director de Prevención y Reinserción Social” consideró que Ortiz tenía “un grado de peligrosidad alto” y que requería “medidas de seguridad”,
según se lee en un amparo de agosto de 2021, en el cual no se proporciona el nombre del directivo. Por ello, fue trasladado a un penal federal de Guanajuato.

Un tercer suceso es el del exfiscal Jorge Winckler. A la llegada de Cuitláhuac García a la gubernatura del estado, fue acusado por Francisco Zárate Aviña, exescolta del exfiscal de Veracruz, Luis Ángel Bravo, de privación ilegal de la libertad. Zárate aseguró que, en 2018, lo detuvieron e incomunicaron por órdenes de Winckler para obligarlo a revelar el paradero de su exjefe.

A Winckler le imputaron los delitos de privación ilegal de la libertad en su modalidad de secuestro y desaparición de personas. Fue trasladado al Estado de México, por lo que se convirtió en el primer político veracruzano en ingresar al penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez. Por ese lugar han pasado personajes como Ovidio Guzmán, hijo del Joaquín El Chapo Guzmán, y otros capos importantes.
Las personas sujetas a prisión preventiva deberán ser privadas de su libertad en los centros penitenciarios más cercanos al lugar donde se lleve a cabo su proceso, dicta la ley mexicana.
No hacerlo, trae consecuencias graves al derecho para acceder a la justicia, al debido proceso y al contacto con el exterior, explica la organización Documenta, que analiza problemáticas de las personas privadas de la libertad.

Además, esta sociedad ubicada en Ciudad de México alerta que ese
tipo de traslados tienen un impacto drástico en materia de régimen penitenciario, el cual cambia según las condiciones del nuevo centro.
Como lo resaltó el Subcomité para la Prevención de la Tortura en el marco de su última visita a México, también propician “situaciones de tortura, tratos crueles inhumanos y degradantes”, apunta Maissa Hubert, coordinadora del Programa Sistema Penitenciario y Reinserción Social de Documenta, en un texto titulado Traslados penitenciarios: ¿estrategia de seguridad o aislamiento?
Enviar a políticos incómodos lejos de sus abogados y sus familias es, en algunos casos, una estrategia para entorpecer la defensa jurídica. Además, hace largos y cansados los procesos.
Aunque no son ilegales, la autoridad los justifica alegando cuestiones de seguridad. Sin embargo, su objetivo es “entorpecer la defensa”. Por ejemplo, para recabar una simple firma se debe viajar hasta diez horas hasta el penal, explica el abogado penalista Nicolás Baltazar.

Vuctimas que no existieron
Fabián Cárdenas Sosa ganó la presidencia municipal de Lerdo de Tejada, en junio de 2021. Hijo de una exalcaldesa y empresario dedicado al ganado y propietario del equipo Fútbol Club Sozca, anunció la reactivación del ingenio azucarero San Francisco, cerrado hacía diez años, lo que generaría cientos de empleos.

Fabián Cárdenas, alcalde electo de Lerdo de Tejada
Esta inversión lo acercó políticamente al partido oficial Morena. En el anuncio, apareció junto al gobernador Cuitláhuac García y al presidente de la Junta de Coordinación Política, Juan Javier Gómez Cazarín. Sin embargo, debido a su arresto, su situación política cambió meses después. Enfrenta tres cargos: dos por secuestro y uno por amenazas.

Una de las denuncias data de 2019, cuando un proveedor de su empresa constructora Sozca dijo que discutió con Cárdenas y que, derivado de eso, recibió amenazas de dos números telefónicos. Identificó a uno de ellos como el del gerente de compras de la empresa, quien le envió vía WhatsApp lo siguiente: “Te voy a levantar, sé hasta dónde van a tomar clases tus hijos”, se lee en la sentencia relativa al juicio de amparo.

Según la Fiscalía, la presunta víctima rectificó su declaración: “yo nunca tuve contacto con la persona imputada (Fabián Cárdenas), yo manifesté en mi declaración inicial que yo recibía mensajes y llamadas, pero jamás fui contactado de manera personal”, de acuerdo con el amparo federal 166/2023.
Las dos presuntas víctimas de secuestro también señalaron que no conocen a Cárdenas y nunca estuvieron secuestradas, consta en el expediente.
Sin embargo, el juez federal pidió esperar hasta el juicio intermedio para desestimar pruebas.

Una de esas presuntas víctimas de secuestro es un “hombre de oficio pizzero”, cuyos familiares aseguraron que durante el tiempo que no supieron de su paradero recibieron mensajes de extorsión pidiendo rescate. Pero en el expediente consta que la presunta víctima declaró que “en ningún momento fue secuestrado ni privado de su libertad”.

Y se añade lo siguiente: “El cuatro de octubre del 2021 a las 21:30, la víctima indirecta refirió que se encontraba repartiendo pizzas y al entregar la última de ellas se dirigió con unos amigos para beber y estuvo con ellos hasta el día 6 de octubre de 2021”.

En marzo de 2024, un juez federal ordenó al juez de control quitar la prisión preventiva oficiosa a Fabián Cárdenas. Ello, a decir de su abogado Fidel Martínez Lezama, permitirá avanzar en el juicio y demostrar la inocencia mediante pruebas.

Sin embargo, Lezama explica que el juicio no se ha realizado en otras de sus causas penales, por lo que interpuso una queja en contra del juez de Veracruz Antonio Zarur Ahumada por “la paralización total del juicio oral”. También dice que se han interpuesto varias quejas por la dilación del proceso penal, pues lleva casi tres años preso sin un juicio.

Motivos especiales de seguridad
Cinco días después de su detención, Ramón Ortiz fue trasladado del penal de Coatzacoalcos, donde estaba recluido, al Cefereso 12 “CPS-Guanajuato”, a 12 horas de distancia, “por motivos especiales de seguridad y gobernabilidad del centro reclusorio local”.

El director General de Prevención y Reinserción Social, con sede en Xalapa, así como la jueza local Miroslava García Ramírez, avalaron este traslado involuntario.

Ramón Ortíz, líder de la CATEM en Coatzacoalcos
La defensa jurídica de Ortiz interpuso un amparo donde señala que el cambio de prisión “violenta los derechos humanos” y su “derecho a una defensa justa, profesional y adecuada,
así como el debido proceso al retrasarse mi proceso por no poder estar presente en las audiencias que se fijen al respecto”.

Amparo Ramón Ortíz traslado
El 9 de agosto de 2022, la Fiscalía General del Estado informó que, derivado de una sentencia de amparo, el juez de proceso y procedimiento penal oral del distrito de Coatzacoalcos dictó variación de la medida cautelar de prisión preventiva justificada a firma periódica ante el órgano jurisdiccional. No obstante, Ortiz continuará vinculado al proceso penal 170/2021, hasta que no se pronuncie la sentencia correspondiente.

De una cárcel a otra
Jorge Winckler había tenido un ascenso meteórico que lo llevó a convertirse en fiscal general del estado por nueve años. Pero cuando Cuitláhuac García no tenía ni un mes en el gobierno, desde el Congreso Local se promovieron dos juicios políticos para intentar la destitución de Winckler. Ambos fallaron.

Finalmente, el 3 septiembre de 2019, la diputación permanente del Congreso Local logró remover a Winckler. El argumento fue que no cumplió con los exámenes de control y confianza que exigía la ley.

Entonces, Verónica Hernández Giandans, directora jurídica de la Secretaría de Gobierno –a cargo de Eric Cisneros, quien en ese momento tenía mucho poder en el estado–, fue designada como encargada de la Fiscalía en un “albazo” legislativo, según las protestas de los miembros de la oposición panista y perredista.

Al inicio, Winckler fue recluido en una cárcel local, pero luego se le envió a Almoloya. Este cambio de prisión se basó en un dictamen del entonces director de Prevención y Reinserción Social de la Secretaría de Seguridad Pública, quien justificó el traslado de Winckler por ser exfiscal de Veracruz y requerir mayor seguridad. Además, señaló que su permanencia en un penal local ponía en riesgo su seguridad y la del centro penitenciario. El juez local Francisco Reyes aprobó la medida.

Ex fiscal Jorge Winckler es ingresado al penal de Pacho Viejo en 2022
Después de ser trasladado,
Winckler interpuso varias cartas administrativas a la dirección del penal por no permitirle el ingreso de medicamentos, ropa e incluso recibir videollamadas de su familia.
Un año y medio después, obtuvo un amparo de un tribunal colegiado para declarar incompetente del caso al juez local de Veracruz y que su caso lo conociera un juez del Estado de México, donde se ubica el penal de Almoloya.

Su abogado, Rodolfo Félix Cárdenas, explicó en una entrevista con Oliva Noticias que el procedimiento penal quedó bajo la competencia de un juez del Estado de México. También solicitaron declarar “nulos todos los actos” realizados por el juez local de Veracruz, porque este último había seguido actuando como autoridad incompetente.

“El juez del Estado de México revocó la medida de prisión preventiva justificada y permitió que Jorge enfrentara su proceso en libertad”, aunque bajo ciertas medidas cautelares, señaló el abogado. Sin embargo, Winckler no fue liberado porque la Fiscalía de Veracruz le fincó un nuevo delito por tortura. En realidad, explicó, “son los mismos hechos por los cuales han venido procesando a Jorge, pero ahora le llaman tortura”, explicó.

De esa manera, el exfiscal regresó al penal de Pacho Viejo en Coatepec, donde se le decretó un año de prisión preventiva. Además, ha tramitado amparos federales para impedir uno nuevo.
Para el abogado Cárdenas, este es un caso de persecución política con varias ilegalidades y la intención es mantenerlo preso.
De una cárcel a otra
Hay otros políticos que siguen sus procesos penales en cárceles federales. Así ocurre con Gregorio Gómez, excandidato del ahora extinto Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Tihuatlán, Veracruz. Fue detenido en 2021 por el delito contra las instituciones, daños dolosos, robo en su modalidad de posesión de vehículo robado y contra la salud en su modalidad simple de cannabis y luego por homicidio. Fue trasladado al penal federal 13, en Oaxaca.

A ese mismo reclusorio fue trasladado Omar Ramírez, exalcalde suplente de Cazones. Había sido acusado, junto con el exdiputado José Manuel del Río Virgen, del asesinato Remigio Tovar, candidato a presidente municipal.

Otro caso más es el de David Martínez Cárdenas, quien fue detenido por homicidio y traslado al penal federal en Guanajuato. Y el del juez de control de Coatzacoalcos, Florencio Hernández, quien fue acusado del delito de cohecho y enviado a un penal en Chiapas.

También está la historia de Armida Ramírez Corral, exmiembro del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y funcionaria de la Comisión del Deporte. Fue detenida en 2020 por el delito de desaparición cometida por particulares y enviada al penal femenil de Morelos.

Estos últimos cuatro personajes siguen en prisión, pues los jueces federales les han negado el amparo para obtener su libertad o cambiar sus medidas cautelares.

Investigación: Flavia Morales
Ilustraciones: Bruno Ferreira
Fotografía: AVC Noticias
Diseño multimedia: Francisco Javier Sánchez Barradas
Acompañamiento editorial: equipo Connectas