| No son sus asesores; se lo ordenan sus doctores |
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Actualizado: 2018-04-05 |
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Desde el Caf�
No son sus asesores; se lo ordenan sus doctores
Bernardo Guti�rrez Parra
Este lunes Jos� Antonio Meade, candidato del PRI a la presidencia de la Rep�blica, ret� a Andr�s Manuel L�pez Obrador y a Ricardo Anaya a un debate sobre la situaci�n patrimonial de cada uno.
Tempranito, a las 6:42 de la ma�ana, el abanderado tricolor subi� a las redes este tuit: Reto a @lopezobrador_ y a @RicardoAnayaC a un debate p�blico sobre nuestra situaci�n inmobiliaria y patrimonial. El que nada debe nada teme. Que todos sepan qui�n es qui�n en esta elecci�n. �Le entran?
Pero ambos contendientes se rajaron.
Anaya dijo que con todo respeto, pero �l debate con quien va en primer lugar y no en tercero. Y Andr�s Manuel tampoco le entr�: �Mis asesores me han aconsejado que no me enganche, que no conteste a provocaciones. Miren, amor y paz�.
Pero no son sus asesores, �stos le valen gorro al tabasque�o. Son sus doctores los que le han dicho que cualquier coraje le puede causar algo m�s que un dolor de cabeza.
La madrugada del 4 de diciembre del 2013 L�pez Obrador lleg� al hospital M�dica Sur con un fuerte dolor en el pecho. Tras diagnosticarlo, los m�dicos le informaron que tra�a un infarto agudo al miocardio.
De inmediato fue sometido a una angioplastia y le colocaron un stent, que no es otra cosa que un dispositivo que se introduce en la arteria para mantenerla abierta y que el flujo sangu�neo circule sin problemas.
AMLO sali� del hospital pero desde entonces est� �tocado�. Es decir, no se puede agitar, no puede hacer ejercicios fuertes, no puede levantar objetos pesados, lleva una dieta casi rigurosa y tiene prohibid�simo hacer corajes.
De por vida deber� tomar diariamente al menos dos medicamentos: Plavix (Clopidogrel) y Seloken Zok (Metropolol), que le ayudan a que la arteria no se vuelva a taponar y su coraz�n siga funcionando.
Quien tiene el problema de AMLO y deja de tomar esos medicamentos por 48 horas vuelve a sufrir de intensos dolores en el pecho.
Desde entonces el tabasque�o se cuida de no ponerle mucha enjundia emocional a sus discursos; ya no grita con vehemencia frente al micr�fono y trata de no agitarse porque se cansa (Dicen que adem�s es hipertenso pero esto no lo pude corroborar).
De ah� que ya no se trence en furiosos duelos medi�ticos como lo hac�a con Vicente Fox, sino que se la lleva tranquila y calmada. Y hace bien.
Con la ventaja que tiene sobre sus adversarios nada como echarse a la hamaca durante noventa d�as y desde�ar duelos verbales que lo pueden comprometer y hacerlo enojar.
El problema ser� si llega a la presidencia y se da cuenta que no es lo mismo Santiago de Compostela que comp�ntelas como puedas.
Las presiones que deber� soportar como Primer Mandatario ser�n intensas y recurrentes, diametralmente opuestas a los d�as de campo en que se han convertido sus m�tines.
Si como candidato la ciudadan�a le tolera y aplaude sus ocurrencias, eso no suceder� si llega a terciarse la banda presidencial.
Guste o no guste a sus seguidores, votar�n por un candidato de 64 a�os, enfermo y al que habr� que cuidar al m�ximo para evitarle males mayores.
Es por eso y no porque se lo hayan aconsejado sus asesores, que AMLO dijo no al debate con Jos� Antonio Meade. Sus apariciones se limitar�n a lo que estipula el INE; tres debates acartonados donde tratar� de no engancharse, no agitarse y sobre todo, no enojarse.
Ah, y tampoco deber� aguantarse los corajes.
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