| Cr�ditos grupales solidarios empobrecen a las Mujeres |
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Actualizado: 2018-01-22 |
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�DEBO NO NIEGO; PAGO LO JUSTO�
Teresa Carbajal
Cr�ditos grupales solidarios empobrecen a las Mujeres
Actualmente las mujeres representamos el 51.4% de la poblaci�n en M�xico y seg�n datos que arroja la Encuesta Nacional de Inclusi�n Financiera 2015 estamos sobrerrepresentadas en el segmento de adultos excluidos o sub-atendidos del sistema Financiero en M�xico.
Por ello el Reporte Nacional de Inclusi�n Financiera 2017 contempl� por primera vez un cap�tulo especial sobre �inclusi�n financiera con perspectiva de g�nero� que generara indicadores, a partir del seguimiento al comportamiento de hombres y mujeres, para identificar las barreras a vencer e impulsar la inclusi�n financiera de las Mujeres.
Motivo de este ejercicio, resultaron datos importantes como: que la brecha de g�nero en la posesi�n de cuentas a nivel nacional entre la poblaci�n adulta en el pa�s fue de cuatro puntos porcentuales a favor de los Hombres; que en las zonas rurales las Mujeres tienen un mayor n�mero de cuentas en comparaci�n con los Hombres, tema del que en otra colaboraci�n reflexionaremos al respecto. O que un 40% de las Mujeres s� llevamos un registro de gastos, contra el 33% de los Hombres que tambi�n lo lleva.
Otro dato importante arrojado por el Reporte es que el porcentaje de contrataci�n tanto de cr�ditos hipotecarios, cuentas de ahorro para el retiro, seguros y banca por internet, es mayor en los Hombres que en las Mujeres, diferencia de puntos que tampoco es muy significativa.
Sin embargo en donde si se observa y de manera muy marcada la brecha de g�nero es el rubro de Cr�ditos Grupales en donde las Mujeres que tienen contratado este producto financiero son tres veces m�s que la cantidad de Hombres que lo solicitan.
Ello obedece a que el porcentaje de Mujeres que cuentan con un empleo formal, es menor al de aquellas que perciben ingresos provenientes del autoempleo en actividades realizadas por cuenta propia, como vender o producir alg�n bien, prestar servicios y ayudar en el negocio familiar; actividades para las que en muchas ocasiones requieren de financiamiento sin que cuenten con los requisitos que solicitan los bancos como comprobantes de ingresos, historial crediticio, y garant�as.
Bajo este escenario entenderemos el gran �xito que tienen los Microcr�ditos Grupales o Solidarios, la clave est� en que las Financieras ofrecen este producto a Mujeres a partir de garant�as solidarias.
Pero, �C�mo funciona?, un grupo de cinco o m�s Mujeres se re�nen para solicitar un cr�dito y a cada una se le otorga un cr�dito individual que ser� destinado en la mayor�a de los casos a incentivar actividades econ�micas y que no necesariamente sea la misma actividad. Los pagos regularmente se otorgan de manera semanal, quincenal o mensual y el grupo sesiona para juntar el pago; pero si una de las integrantes del grupo no cumple, las dem�s se har�n responsables del pago, es decir la garant�a es solidaria.
As� que, si las integrantes no reflexionan, no entienden o no les es clara la forma en que funciona la garant�a solidaria; o si el cr�dito no se adecua a su nivel de endeudamiento o capacidad de pago, y a un verdadero an�lisis del monto que le ser� prestado en comparaci�n con lo que terminar�n pagando; entonces fracasar� la Teor�a que afirma: �que el uso y acceso a cr�ditos formales tiene un impacto positivo con el crecimiento econ�mico, y la estabilidad financiera al mismo tiempo que contribuye en la reducci�n de la pobreza, la desigualdad y la vulnerabilidad de las personas�.
Y tambi�n fracasar� uno de los ideales humanos y sociales perseguidos por la inclusi�n financiera que asigna al uso de cr�ditos una importancia fundamental para la generaci�n de ingresos de una persona.
Pues estos Cr�ditos Grupales ante el incumplimiento de una o m�s integrantes, actuaran a la inversa; y en perjuicio de quienes si cumplieron con su parte, pues se convertir� para ellas en un problema, emocional, familiar, social, econ�mico y por supuesto: legal.
Dado que al no reunir el monto total a pagar, experimentar�n primero la cobranza abusiva, y luego las demandas mercantiles, el embargo en sus bienes y largos juicios en donde haber so�ado con tener una mejor calidad de vida, ser honestas, trabajadoras o pedir respeto a la condici�n de ser Mujeres, y a sus derechos humanos, etc�tera, ser� discurso contrastado con la letra fr�a de una Sentencia�
�Hasta la pr�xima!
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Debo no niego, pago lo justo
Mar�a Teresa Carbajal V�zquez |
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