Xalapa, Ver.- (AVC/Antonio Villagrán) La época que estamos viviendo es vertiginosa en relación al desarrollo de las tecnologías de la información y comunicación y la apuesta es retomar la oralidad, los formatos físicos de los libros y los dispositivos culturales de juegos para las infancias, como una forma de comunicarnos.

En entrevista con AVC, el cuentista Jorge Salvaje señala que esto no tiene que ver como un acto de resistencia a los dispositivos, sino, desde su perspectiva, con generar un balance, mediante el cual todas las cosas corporales y corpóreas que se perciben a través de los sentidos, no se desvanezcan frente a las tecnologías.

"La fuerza de las tecnologías es imparable y con conciencia pueden llevarnos a lugares muy potentes en términos de reconstrucción del tejido social, pero para ello no debemos olvidar la dimensión humana, lo importante es establecer un balance y transmitirle a niños y niñas que fuera de las lunas que aparecen en las pantallas hay una luna real que podemos observar fuera de los estímulos de lo que consumen en las redes".

Entrevistado en el marco del Festival internacional cuentos y flores, llama a no olvidar las redes de comunicación con nuestras abuelas y abuelos, con la gente del barrio y la comunidad, frente al uso intensivo de la internet y los celulares.

El cuentista originario del Estado de México pero con raíz y corazón en la Ciudad de México donde se desenvuelve profesionalmente, reconoce que en este contexto de vida es difícil trabajar con los jóvenes pues el primer obstáculo que se presenta es la incredulidad al considerar al cuento como algo obsoleto e inútil en su vida cotidiana.

"Tiene que ver con la formación educativa que tienen, con las aspiraciones que la misma sociedad proyecta, las necesidades materiales, es difícil creer en lo que no es materia, que solo es palabra, ahora los jóvenes están en la cultura de la inmediatez, lo que no sucede rápido no vale la pena y las cosas tienen que ser aquí y ahora".

Expresa que las juventudes demandan mayor vocación y paciencia, ya que con ellos es más fácil perder la esperanza, las ganas o la intención, especialmente con juventudes difíciles, y por ello muchas veces los promotores culturales y los docentes tiran la toalla, "es una labor complicada pero satisfactoria cuando logramos nuestros cometidos y vemos transformarse la vida de estos jóvenes y volver a tener esperanza".

Precisa que una vez que se empieza a escuchar, cuando la escucha se ejercita, en forma gradual y lenta y si se entiende como tal y se lleva con amabilidad y afecto y comprensión, como hacían abuelas y abuelos, se llega al tercer punto: El del asombro y cuando se genera asombro en alguien se despierta el interés por aquello que está frente a nosotros.

"Ese interés y asombro es el mismo interés que tenemos cuando somos niños y niñas, nos asombra la vida, el entorno y nos hace humanos porque nos hacer querer aprender más, nos hace querer estar cerca de las personas, el asombro nos hace estar vivos y vivas y estar juntos".

Y puesto que en los niños y niñas es más rápido el proceso de llegar al asombro, las condiciones para trabajar con ellos son más óptimas y sencillas, pues el trabajar con las infancias "es no perder el lado humano en nuestra sociedad, latente y vivo".

Jorge Salvaje señala que, a diferencia de la capital del país, las juventudes en Veracruz tienen puntos a su favor, como lazos comunitarios y vínculos con el entorno natural, como el bosque de niebla, la lluvia o la biodiversidad, lo que transforma su mente y espíritu y aunque no lo expresen, muchos jóvenes llevan esta marca y esa luz dentro de si mismos, lo que contribuye a que no pierdan valores y costumbres.

"Creo que los jóvenes de Veracruz y en concreto de Xalapa están en una situación de más lucidez y claridad que en la Ciudad de México donde se podría pensar que la calidad de vida es más alta pero están más apáticos a los problemas y realidades sociales".

"Pensando en términos de violencia, de conciencia política, estamos en un momento de mucha conciencia de los jóvenes, en temas impostergables en la agenda política, de género, medioambientales, incluso temas electorales, los jóvenes están presentes en forma fuerte y es una suma de lo que vino pasando con el "YoSoy132, se están granjeando los frutos de estas juventudes, la problemática nacional si les impacta, pero ellos también inciden políticamente".

-¿Hacia dónde va el cuentista en México?

- No lo sé, pero espero que los cuenteros estemos más lejos de las pretensiones artísticas, de llamarnos artistas, y mejor aspirar simplemente a la belleza de nuestro oficio y estar mucho más cerca de la trascendencia socia de nuestro papel como generadores de actos del habla y mediadores de procesos sociales.