Yamiri Rodríguez Madrid

 

Acuérdese de este dato cuando el hoy emecista, Román Moreno, salga el próximo 8 de marzo con un posteo, un video o un discurso a decir que las mujeres son la fuerza de Xalapa y de Veracruz: sigue empecinado en quitar a la regidora primera de Movimiento Ciudadano en el próximo ayuntamiento capitalino para poner a su esposa, algo totalmente ilegal.

En este mismo espacio ya le habíamos dado detalles de cómo ha venido maniobrando el excandidato perdedor a la presidencia municipal para que Hilda Elvira Aguilar no llegue a despachar a la regiduría y en su lugar quede y cobre su esposa, Consuelo Hernández.  

El colmo fue este lunes, cuando al efectuarse la primera reunión de las y los 13 regidores electos, el síndico y la próxima presidenta municipal, Daniela Griego Ceballos, se presentó su esposa.

Lo anterior es totalmente indebido al ser ella la suplente; solo entraría en funciones, una vez que la propietaria presente su solicitud de licencia y esta le sea aprobada por el Cabildo, si es temporal, o por el Congreso Local si es definitiva, por lo que no tiene ninguna personalidad jurídica ni razón de estar en dicha reunión. Precisamente cuando le preguntaron el motivo de su presencia, Consuelo Hernández mostró de lejos, para que nadie leyera, un documento del OPLE… evidentemente es solo su constancia como regidora suplente.

Lo cierto es que esa es una muestra clara de dos temas importantes: que para Román Moreno, quien ahora aspira y suspira con ser candidato a diputado federal en el 2027, las mujeres son piezas de cambio en el ajedrez de sus ambiciones personales y si no, que le pregunten a Hilda Elvira, a quien han acosado y atosigado para que desista de la regiduría.

Dos, que para Román Moreno, Luis Carbonell es ya una figura de ornato; no le toma parecer y se cree amo y señor del partido naranja en la capital veracruzana, por lo que no existe dirigente estatal; le pasó ya por encima o ¿acaso no tiene nada que decir de este atropello a Hilda Elvira Aguilar?

Que no se les olvide ni al supuesto dirigente del partido, ni a Moreno Hernández, que en 2020 se tipificó como violencia política de género el presionar a una mujer para que renuncie a su cargo. Obligar a una regidora a firmar su renuncia le puede llevar al partido una amonestación, una multa y hasta menos prerrogativas; y a los que presionan, la inscripción en el Registro Nacional de Personas Sancionadas por Violencia Política de Género, lo que le impediría ocupar un cargo o postularse, durante muchos, muchos años.

En política, todo comunica y tanto Román Moreno como Movimiento Ciudadano están dando cuenta el valor que le dan a las mujeres que no son de su familia y que la ley se la pasan por donde quieren.  Tanto humo del asador, se les fue a la cabeza.

@YamiriRodriguez