FELIPE DE JESÚS FERNÁNDEZ BASILIO

DESDE A JANELA

ESTATUAS DE PIEDRA

No soy simpatizante de Trump, más bien soy todo lo contrario, pero es justo reconocer que cuando dijo que las autoridades mexicanas se petrifican ante los cárteles tiene toda la razón.

Y es que las autoridades mexicanas no solo son aliados de los grupos criminales, son los criminales mismos y muestra de ello es que se ha descubierto que el que fuera secretario de gobierno de Adán Augusto López en Tabasco, resultó ser el líder de un grupo criminal denominado “la barredora” (en esta columna los nombres de los grupos criminales siempre van con minúsculas) que se dedicaba, entre otras cosas, al huachicol o robo de combustible.

Sí, en Tabasco, el edén, la tierra del jefe máximo de la transformación que no fue ni tampoco será en sus dos pisos, la comarca que fue gobernada por el llamado “hermano” del líder supremo y a la vez jefe del pillo en cuestión.

¿De verdad no creen que ambos López no sabían de las actividades no solo ilícitas, sino que, en contra de la nación (robarse los bienes nacionales como lo son los combustóleos es atentar en contra del pueblo de México) realizadas por Hernán Bermúdez Requena, quien fuera número dos de López Hernández y quien a su vez lo fue de López Obrador?

Por supuesto que lo sabían, y no solo le permitieron hacerlo, sino que lo apadrinaron.

Así es, el supuesto combate al huachicol con el que se inauguró el sexenio pasado no fue más que el apoderamiento de esa actividad delictiva por parte de los López y toda su pandilla.

Y ahora que esto va saliendo a la luz, es cuando viene la famosa petrificación gubernamental de la que habla el presidente de los Estados Unidos de América, ya que la presidente actual simplemente no dice ni hace nada para llamar a cuentas a estos personajes que se han estado robando en cantidades verdaderamente industriales los bienes energéticos que son propiedad de la nación.

Ni mucho menos lo hace quien debería de hacerlo, la Fiscalía General de la República a cargo de Gertz Manero y no lo hace, porque fue puesto ahí precisamente para ser una estatua de piedra ante la cual desfilan los huachicoleros mexicanos en general y tabasqueños en particular.

¿A cuántos de estos robadores de combustibles ha procesado el fiscal?

Hasta ahorita a ninguno, y al único que supuestamente iba a aprehender (el famoso Bermúdez) le dio el pitazo para que pusiera pies en polvorosa y hasta la fecha no se sabe mucho de su paradero.

Y este es solamente el caso de Tabasco, Sinaloa es otro ejemplo que demuestra la pudrición y la inoperancia del Estado mexicano cuando se trata de combatir a los políticos del partido en el poder que son abiertamente miembros de las mafias del crimen organizado.

En ese estado, el que tiene la banda criminal más grande del país y que dicho grupo criminal y MRN son uno mismo, tal y como lo dejó claro López Obrador en innumerables ocasiones y como ahora lo hace su lugarteniente al dar una conferencia de prensa al lado del gobernador del estado que es un miembro confeso del grupo criminal que ahí reina para intentar defenderse de las declaraciones del abogado de otros capos ahora caídos y que buscan reducir sus sentencias develando nexos con funcionarios mexicanos.

Sí, la presidente indignándose de los señalamientos en lugar de esclarecer los hechos; por cierto, qué ridícula se vio al pretender demandar en México a un litigante estadounidense por dichos realizados fuera del territorio nacional, ya que eso es como querer demandar también en México a un taxista de Atenas por un mal servicio prestado en su ciudad.

Mas lo que sí es cierto es que al hacer suyo el pleito con el abogado defensor de los criminales, a Sheinbaum le aplica el dicho de que puso el saco, porque le quedó y, por cierto, muy bien.

Así es, las autoridades están petrificadas debido a que están bien hundidas en el fango del crimen organizado.

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Twitter: @FelipeFBasilio