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Mesa de Redacción
Traiciones
Enrique Yasser Pompeyo
Hay momentos en la historia política de un pueblo en los que el silencio no es prudencia, es traición. Y Coatepec lo está viviendo.
Quienes alguna vez caminaron con la bandera de Morena, con el discurso de la transformación y con la esperanza del pueblo, hoy han abandonado esos principios para cuidar únicamente sus intereses personales.
De acuerdo con varias voces, Raymundo Andrade Rivera, el actual presidente municipal, no solo le ha dado la espalda al Movimiento que lo llevó al poder, sino que le ha dado la espalda al pueblo que confió en él.
No es una suposición. Es una verdad que salta a la vista. Desde la elección del año pasado, Raymundo Andrade nunca apoyó ni trabajó por el triunfo de Rocío Nahle, hoy gobernadora, ni por el proyecto de Claudia Sheinbaum, que representa la continuidad de la cuarta transformación a nivel nacional.
Su silencio fue cómplice y hoy su traición es evidente.
De acuerdo con otras voces, le habría entregado la estructura municipal a otro partido político y a su candidato, presuntamente con recursos y personal incluidos.
Incluso, señalan que se han documentado recorridos donde el equipo del Ayuntamiento acompañaría activamente la campaña de otro candidato, como si no tuvieran responsabilidades públicas que cumplir. Esa no es una omisión. Es una operación desde el poder para impedir que la voluntad popular vuelva a expresarse libremente.
En lugar de estar en sus oficinas atendiendo al pueblo, caminarían al lado del candidato que respalda el alcalde, como si fueran de su planilla. ¿A eso vinieron a la administración pública? ¿A hacer campaña mientras cobran del erario?
También se refiere que estos equipos todavía estarían en la nómina del Ayuntamiento. Hacen exactamente lo mismo: operan para otro partido, usan tiempo y recursos públicos, y todo mientras el pueblo de Coatepec sigue esperando respuestas a sus necesidades.
La traición no siempre se grita. A veces se esconde detrás de las puertas de Palacio, en acuerdos bajo la mesa, en recorridos disfrazados de eventos ciudadanos, en estructuras que simulan ser neutrales pero que ya tomaron partido... en contra de la transformación.
Raymundo Andrade tomó una decisión: abandonar a Morena y sumarse al proyecto que más le garantice impunidad y continuidad de sus intereses. Pero el pueblo también tomará la suya.
Coatepec no olvida y sabe ubicar tanto a quien nació para servirle como a los que se acomodan según el viento político. Raymundo Andrade eligió su camino. Ahora le toca al pueblo elegir el suyo.
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