Destapan la cloaca en Xico

 

Enrique Yasser Pompeyo

 

En la construcción de un criadero de truchas en el municipio de Xico y que afectaría aproximadamente 16 hectáreas por donde pasaría tubería que llevaría agua del río “Los chorros cuates” a dicho proyecto, surgen varias interrogantes.

 

El tema cobra relevancia porque, a decir de la población afectada de localidades como Coatitilán, hay intereses de políticos, pues han enviado a abogados y a personal de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) o de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (SEDARPA) a amenazarlos con expropiarles sus terrenos, si no permiten que instalen las tuberías.

 

¿Quién o quiénes, políticos o funcionarios de los tres órdenes de gobierno están inmiscuidos?

 

El temor de la población radica en que con el proyecto que sólo tiene fines personales y económicos haya un daño ambiental, pues la extracción del vital líquido sería del triple de lo que consumen alrededor de 250 personas.

 

El río de donde se extraería el agua se conoce como "Los chorros cuates" que viene desde el Cofre de Perote y atraviesa las comunidades de Coatitilán, El Chorrito, Xico Viejo y desemboca en las cascadas del río Texolo. 

 

¿De quién o quiénes es el negocio en realidad? Porque el supuesto dueño, del que se desconoce su nombre, se cree que es solamente un prestanombres.

 

Además, existe hermetismo por parte de las autoridades municipales de Xico y del gobierno estatal, ¿qué ocultan?

 

El temor también radica en que los supuestos dueños, en contubernio con autoridades, se inventen un manifiesto de impacto ambiental o algún documento similar que señale que no existe riesgo alguno, cuando en realidad sería todo lo contrario.

 

De manera que la población afectada también responsabiliza a las autoridades de los tres órdenes de gobierno de cualquier cosa que les ocurra a sus familias, pues las amenazas han sido claras.

Lo peor que puede ocurrir es que el asunto escale y haya algún enfrentamiento, detenidos injustamente, heridos o muertos. Ya se verá cómo responderán las autoridades municipales, estatales y federales.