Yunes, expulsión en puerta

 

Enrique Yasser Pompeyo

 

Miguel Ángel Yunes Linares, ex gobernador de Veracruz y senador por unos días se ha convertido en lo que tanto odiaba dentro del Partido Acción Nacional.

 

Hay quienes recuerdan que Yunes Linares acusó al candidato a gobernador del PAN, Gerardo Buganza Salmerón de venderse con el ex gobernador del PRI, Javier Duarte y ahora, él se ha hincado a los pies de López Obrador. 

 

También rememoran que Yunes Linares exilió al dos veces líder estatal de Acción Nacional, Víctor Alejandro Vázquez Cuevas por pactar con la oposición, pero hoy el panista se refugia en Morena.

 

Ahora, Yunes entró al Senado de la República a tomar protesta tomado del brazo del más obradorista de los senadores, Adán Augusto López Hernández.

 

Tampoco olvidan que Yunes Linares acusó de “vendido” al ex coordinador de diputados locales del PAN, Domingo Bahena Corbalá por haberse rendido ante Duarte y luego irse en abierto con Morena y hoy el ex gobernador panista repite la misma fórmula.

 

Incluso, Yunes acusó de “traidora” a la diputada Anilú Ingram por irse a apoyar a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum a la mitad de la campaña del proceso electoral; y hoy, ni cinco minutos tardó Yunes Linares como senador para dejar en abierto su postura y traición al Partido Acción Nacional que lo cobijó durante los últimos 20 años. 

 

En solo 48 horas, Yunes Márquez y Yunes Linares han “volteado la tortilla”, se hacen las víctimas y se dicen hostigados, ofendidos y coaccionados por el líder nacional del PAN, Marko Cortés.

 

Pero ahora, como se observa, fueron a pedir cobijo en Morena, así como impunidad para sus intereses personales, a cambio de apoyar una reforma judicial contraria a los intereses de 8 millones de veracruzanos y más de 120 millones de mexicanos.

 

Hoy, los militantes panistas se expresan en redes, en “likes”, como dijera Yunes, se sienten agraviados, traicionados, ridiculizados.

 

El solicitar la expulsión de Miguel Ángel Yunes Linares y familia del PAN no es un capricho del aún líder nacional, Marko Cortés, sino un deseo y un consuelo para cientos de miles de panistas veracruzanos, quienes no quieren, ni desean volver a verlos plasmados en una boleta electoral.