| La misma gata, pero� |
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Actualizado: 2020-05-20 |
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TIERRA DE BABEL
Jorge Arturo Rodr�guez
La misma gata, pero�
Aperitivo: El optimismo empieza con una mueca expl�cita y el pesimismo termina con gafas de sol. Adem�s, los dos son simples poses, escribi� Oscar Wilde. Mi preocupaci�n es: �c�mo me doy cuenta ahora si usamos cubrebocas?
Cuando llueve sobre mojado, muchos ya estamos ahogados y otros tantos han muerto. La sabidur�a popular lo dice mejor: Ya ni llorar es bueno; M�s vale tarde que nunca; A quien madruga, Dios le ayuda y En el pa�s de los ciegos, el tuerto es rey (�a alguien le qued� el saco?). Mi madre me dec�a que no hay como loquear para que no te pongas loco. Lo cual es mi consigna, m�s ahora en cuarentena �trato que no sea �cuarentaynada�. Me entretengo loqueando, y les comparto alguito para no morirnos de pena, como escribi� Ram�n G�mez de la Serna: �Tom� tan en serio eso de �ahogar las penas� que se tir� al r�o�.
Porque dicen que ladr�n que roba a ladr�n, L�pez Obrador le concede el perd�n. O acaso porque el miedo no anda en burro, anda de sexenio en sexenio, es la misma gata, pero revolcada o �enmierdada�. Bueno. eso oigo que dice la gente, la que prefiere callar en las encuestas y mejor ir rumorando verdades �sabidur�a del pueblo- y mantenerse con vida, porque hablando se enciende la gente, dijera Efra�n Huerta. Adem�s, la boca habla mucho, cuando el coraz�n est� vac�o, escribiera Karl Kraus.
Y como nos mantendremos enclaustrados vaya usted a saber cu�nto tiempo m�s por culpa (�?) del pinche coronavirus, que a decir del vir�logo Jos� Antonio L�pez Guerrero va a ser estacional, porque �est� tan extendido que se va a quedar. Tiene tal capacidad para dispersarse que ya no va a desaparecer�, record� el libro La m�quina de follar, de Charles Bukowski, del cual les comparto un fragmento del texto �Notas sobre �La peste��, con su caracter�stico estilo socarr�n:
�Peste, s. (del lat�n pestis, plaga, peste; de donde pestilente, pest�fero; la misma ra�z que perdo, destruir [PERDICI�N].) Una plaga, pestilencia o enfermedad epid�mica y mort�fera; toda cosa nociva, maligna o destructiva; persona destructiva y maligna.
�La peste es, en cierto modo, un ser muy superior a nosotros: sabe d�nde encontrarnos y c�mo hacerlo� normalmente en el ba�o o en plena relaci�n sexual, o dormidos. Tambi�n te puede agarrar justo ah�, mientras cagas. Si est� en la puerta al menos puedes gritarle: ��Espera un momento, no fastidies, ahora mismo salgo!� pero el sonido de una dolorida voz humana no hace m�s que alentar a la peste.
�La peste suele llamar y tocarte el timbre. Entra y cuando se va (al fin), te deja enfermo una semana. La peste no solo te mea el alma sino que deja su agua amarillenta en la tapa del inodoro. No sabes que est� all� hasta que te sientas y es demasiado tarde.
�A diferencia de ti, la peste tiene tiempo de sobra para fastidiarte y todas sus ideas son contrarias a las tuyas, pero ella nunca lo sabe porque habla constantemente y aun cuando aproveches una oportunidad para discrepar, la peste no oye tu voz. La peste prosigue su di�logo y mientras lo hace te preguntas c�mo es que siempre consigue meter su sucio hocico en tu alma. La peste tambi�n sabe de tus horas de sue�o y te telefonear� una y otra vez cuando duermes y su primera pregunta ser� como la de ese amigo odioso que te dice: ��te despert�?� o ir� a tu casa y estar�n todas las persianas cerradas, pero te llamar� y te dir� salvaje, orgi�sticamente. Si no le contestas te gritar�: ��s� que est�s ah�! �he visto el carro afuera!��.
De que somos, somos.
Los d�as y los temas
Ovidio dec�a que todo cambia, nada muere. Ta g�eno. Ahora es transformaci�n, esperanza, perd�n y etc., pero como se pregunta Pablo Neruda, �c�mo se mide la espuma que resbala de la cerveza? (L�quido sustancial en estos tiempos). Porque si hablamos de muertes, pos mejor ah� la dejamos y esperemos, a ver c�mo nos va en la vida. A ver c�mo nos va, M�xico. �La esperanza nunca muere?
De cinismo y anexas
Al respecto, con eso de la esperanza �que ya suena a amenaza-, y pa� ir saliendo de la cuarentena, virus y enfermedades varias, dado que todo mundo habla de ello, a partir de esta entrega les compartir� aforismos, pa� irle pensando qu� haremos despu�s de todo este desmadre, pos nos hace falta una sacudida de cerebro y de coraz�n, un chanclazo en la cabeza �en honor a mi madre, por su D�a no celebrado- y ponernos a escupir pa� arriba� Ah, no� Pero si somos...
*La espera, solo la espera, es m�s torturante que la ausencia� (Luis Cardoza y Arag�n).
*Entreteneos aqu� con la esperanza. (Claudio Magris).
*�Para qu� esperar? �Todo consiste en so�ar. (Jaime Sabines).
*�vivir en agon�a hasta que la muerte nos revele qu� es lo que espera nuestra esperanza, toda esperanza. Qu� es lo que espera la esperanza misma. (Luis Cardoza y Arag�n).
*�Hacia d�nde corremos, los que estamos tan quietos? (Ida Vitale).
Ah� se ven. |
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