Queremos que AMLO nos escuche y nos de una solución: extrabajadores de La Concha

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Fotografía: AVC / Noticias


2021-05-11
Cañeros de La Concha, Veracruz llevan una década esperando que les paguen un laudo ganado en 2010. Autoridades estatales y federales no les dan respuesta desde 2010. Esta semana fueron a la mañanera a buscar a López Obrador, pero personal de Atención Ciudadana los interceptó.

 


Xalapa, Ver.- (AVC/Tania Rivera) En medio de los fierros oxidados de lo que un día fue el Ingenio La Concepción, un grupo de cañeros aún guardan la esperanza de que les paguen un laudo ganado en 2010 por despido injustificado.

Tras una década de silencio de las autoridades, los 170 trabajadores del Ingenio La Concha, como lo llaman afectuosamente, piden ayuda al gobierno federal, para que les liquiden el laudo o que les permitan quedarse con lo que queda del ingenio.

La petición surge después de las infértiles gestiones con el gobierno del Estado, pues los gobiernos van y vienen y nadie se acerca a proponerles una solución.

Glicerio Gómez Ortega, secretario general del Sindicato Sección 101, del Ingenio La Concepción, cuenta que intentó conversar con el gabinete del gobernador Cuitláhuac García Jiménez: “le hemos mandado oficios, pero yo creo su misma gente no se los hace llegar”.

La Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (SEDARPA) es otra que no han podido darles solución, ante las gestiones de los extrabajadores del ingenio responden que no es asunto de su jurisdicción y además “no hay dinero, no les podemos apoyar”.

Los extrabajadores exponen lo apremiante del caso, ya que después de un año de pandemia y sin fuentes de empleo en la zona, varios obreros quieren ingresar al ingenio para desmantelarlo como una forma de “cobrarse” lo que les adeudan. Y no es para menos, considerando que de los 170 trabajadores, más de 30 han fallecido esperando su pago.

“Un señor estaba muy enfermo, y decía ̔yo soñé que ya nos iban a pagar̕, ya estaba pa´morirse, pues los familiares tuvieron que conseguir el dinero para enseñarselo, que viera que ya nos habían pagado y solamente así se fue tranquilo”, cuenta Edilberto Arellano Mora, otro ex trabajador del ingenio entrevistado por AvcNoticias..

La Concha, tiempo de bonanza

El caso se remonta a 2003, año en que por cuestiones administrativas el dueño de la Compañía azucarera La Concepcion S.A. de C.V., Rafael Lázaro Ros Torres, dejó de pagarles a los trabajadores del ingenio. Don Glicerio comenta que la producción de azúcar era suficiente y que nadie entiende por qué dejaron de percibir su sueldo.

Ante esto, en 2004 el gobierno de Fidel Herrera Beltrán rentó el ingenio y prometió devolver el esplendor a esta zona cañera. Así trabajaron durante un par de años más, hasta que el 2010 que Herrera dejó el gobierno, el ingenio se cerró definitivamente, y desde entonces los trabajadores han vivido en la incertidumbre por no saber qué ocurrirá con el dinero que les deben.

En 2010, la Secretaría del Trabajo confirmó el despido injustificado de los trabajadores y ordenó el pago de 178 mil 707.94 pesos como compensación, mismo que ni el dueño ni el gobierno se han molestado en intentar pagar a los cañeros:

“Si yo voy y hago algo en contra del gobierno, de alguna empresa o algún trabajador, alguna persona, a mí sí me van a ajusticiar, ¿bajo qué protección estamos?... Si yo me robó algo voy a ir a parar al bote y quizá sin derecho a fianza ¿pero este señor? ¿Cuántos trabajadores somos?” reflexiona Arellano Mora ante la inacción de las autoridades.

Para tratar de alcanzar justicia, esta semana los extrabajadores del ingenio fueron a la mañanera en Palacio de Gobierno, para buscar al presidente Andrés Manuel López Obrador: “Queremos que nos escuche, que revise nuestro caso, y encontremos una solución”.

Pero en la puerta del gobierno federal, el personal de atención ciudadana los interceptó y se quedó con la carta que llevaban para López Obrador… Ahora los cañeros no saben si su mensaje llegará a la única persona en la que confían para tener una solución.

Migrar, la opción tras el cierre del ingenio

Fermín Báez Lozano recuerda con nostalgia los 27 años que dedicó al ingenio, mientras observa el óxido de la poca maquinaria que ha quedado tras los saqueos de La Concha y escucha ladrar a los perros que se han convertido en los guardianes de estas ruinas.

Cuenta que el ingenio era el motor económico de seis municipios de la cuenca del Río Actopan “fuimos miles de gente directa o indirectamente, más de 300 obreros, productores, fleteros, era un mundo de gente quienes veníamos aquí para trabajar y sacar el sustento de nuestras familias”.

Fermín lamenta que tras el cierre del ingenio, varias generaciones hayan tenido que migrar a otro lado “cuando nosotros tuvimos la fortuna de tener nuestro trabajo aquí”, pero reconoce que tras el cierre del ingenio las condiciones laborales están muertas en la zona.

En los tiempos de esplendor del ingenio, eran los cañeros de San Antonio, San Juan, Almolonga, Actopan y Trapiche quienes llevaban su producción a La Concha. Ahora son los pobladores de esta localidad los que viajan a Xalapa u otros municipios de la zona para emplearse, y sostener a su familia.

“Son las 05:00 horas, y la gente ya está parada esperando el autobús, y son las 21:00 horas, y ahí vienen apenas de regreso”, dice.

Fermín confiesa que en sus ratos de ocio le gusta pensar en los buenos tiempos del ingenio, pero también se pregunta “nuestros padres nos entregaron el ingenio trabajando ¿y nosotros a nuestros hijos qué les vamos a entregar?”.

Rescatando con ingenio, proponen exobreros

A pesar de la tristeza que les da a los pobladores de La Concha el observar el lamentable deterioro del ingenio y mientras esperan el pago de un laudo, un grupo de 12 ex trabajadores han iniciado proyectos para recuperar el espacio y hacer que sirva a la sociedad.

Así surgió el grupo “Rescatando con ingenio”, quienes llevan trabajando más de un año en el pueblo. “Nuestro primer trabajo fue llenar de luces navideñas el bulevar”, dice don Fermín emocionado.

Desde entonces, se han encargado de hacer algunas labores recreativas en los terrenos del ingenio. Hace un mes iniciaron un huerto para que los miembros del grupo y los pobladores puedan aprovechar el espacio y cosechar sus propios alimentos.

Asimismo, a pesar de la pandemia, el ingenio ha abierto sus puertas al turismo, donde algunos trabajadores dan recorridos a los interesados, mientras les explican cómo es el proceso del azúcar y con sus palabras pueden devolver un poco del brillo del ingenio.

Rescatando con ingenio está próximo a abrir un taller de carpintería para los muchachos de la zona. A la par, y ante la suspensión de clases, una maestra ocupa las instalaciones como centro de apoyo de tareas para los niños.

Sin embargo, los ex trabajadores no pierden la esperanza de poder echar a andar el ingenio, para producir alcohol o panela. Por lo que continúan las gestiones ante las autoridades federales y así lograr que los habitantes de La Concepción y la región regresen a tener una fuente de empleo.