Xalapa, Ver.- (AVC) Los humedales son ecosistemas vitales que desempeñan funciones cruciales tanto para el equilibrio natural como para el bienestar humano.

En una reciente entrevista con AVC Noticias, Blanca Elizabeth Cortina Julio, licenciada en Biología por la Universidad Veracruzana y maestra en Educación por la Universidad Pedagógica Veracruzana, destacó diversas funciones clave de estos ecosistemas, así como las amenazas a las que se enfrentan.

Los humedales tienen un papel fundamental en la recarga de acuíferos. El proceso mediante el cual el agua de estos ecosistemas desciende hacia los depósitos subterráneos, a su vez, limpia y filtra el agua, haciéndola más apta para el consumo humano. Además, el agua almacenada bajo la tierra sube hacia la superficie, lo que contribuye a estabilizar las temperaturas para los seres vivos que dependen de estos entornos.

Otro aspecto importante es el control de inundaciones. Gracias al almacenamiento de agua en los humedales y su descarga uniforme, estos ecosistemas ayudan a mitigar los riesgos de inundaciones, lo que reduce la necesidad de costosas presas y otras infraestructuras artificiales. Además, los humedales desempeñan un papel vital en la amortiguación de fenómenos naturales, como huracanes. Estos ecosistemas actúan como barreras naturales, reduciendo la fuerza de los vientos, las olas y las corrientes.

Los humedales también cumplen con la función de filtrar contaminantes. Las raíces de la vegetación que los habita son capaces de retener sedimentos y sustancias tóxicas, como los plaguicidas, lo que contribuye a mejorar la calidad del agua y a proteger el medio ambiente en general.

Sin embargo, estos valiosos ecosistemas se enfrentan a graves amenazas, entre ellas la deforestación, la desecación y la transformación del ecosistema provocada por actividades humanas como la expansión ganadera, la agricultura, la urbanización y diversas industrias y actividades turísticas.

Además, el dragado, el azolve, la contaminación y el aumento del nivel del mar siguen representando riesgos para su preservación. La pérdida de los humedales no solo afectaría a las especies acuáticas y terrestres que dependen de ellos, sino que también disminuiría la capacidad de estos ecosistemas para mitigar el cambio climático y proteger contra catástrofes naturales.