Veracruz, Ver.- (AVC/José Juan García) La investigadora de la Unidad de Sistemas Costeros del Instituto de Ecología AC (INECOL), Ana Laura Lara Domínguez, destacó que se logró la restauración de 40 hectáreas de manglares muertos y deteriorados en la laguna de Tampamachoco, sitio ubicado en el municipio de Tuxpan que fue declarado por la Convención RAMSAR como “Humedal de Importancia Internacional” el 2 de febrero del 2006.
Durante su participación en las actividades que organizó el Sistema Arrecifal Lobos Tuxpan por el Día Mundial de los Humedales 2022, Lara Domínguez comentó que “algo ocurrió” cuando se construyó la termoeléctrica “Presidente Adolfo López Mateos” porque un área de los manglares comenzó a deteriorarse e incluso se perdió a 25 años de la edificación de la planta de la CFE.
La construcción de la termoeléctrica “Presidente Adolfo López Mateos” inició en el año de 1983 en los manglares adyacentes a la laguna de Tampamachoco, los cuales comenzaron a mostrar signos de mortandad en el año de 1990 y se convirtieron posteriormente en 30 hectáreas de manglar muerto y 10 hectáreas de manglar deteriorado.
Y aunque la CFE invirtió en la reforestación de la zona no se logró recuperar la cubierta vegetal, ya que las condiciones ambientales a más de 20 años de la perturbación estaban gravemente afectadas.
Fue entonces que un grupo multidisciplinario coordinado por Ana Laura Lara Domínguez, maestra en Ciencias del Mar por la UNAM, se dio a la tarea de conocer la causa de la muerte de los manglares en la laguna de Tampamachoco a partir de abril del 2011.
Los trabajos permitieron descubrir que la construcción de tres terraplenes interrumpieron flujos hídricos hacia los manglares, provocando una evaporación elevada en el área y una acumulación de la salinidad en el suelo mayor a lo que soportan ese tipo de especies.
“No fue por el humo de las chimeneas ni tampoco porque hubiera fugas de los canales de enfriamiento (de la termoeléctrica)”, aclaró.
La investigadora del INECOL AC destacó que al romper los terraplenes se recuperaron flujos de agua y la salinidad adecuada para el establecimiento del manglar y el restablecimiento del manglar.
“En el 2000 ya se observa una mortandad masiva, nosotros empezamos justo en el 2011, en 2010 nos aprobaron el proyecto de Conabio y en el 2012 decidimos abrir los canales, rompiendo estos terraplenes para conectar las áreas que estaban muertas”, añadió.
Ana Laura Lara Domínguez aseguró que se logró reducir la salinidad del área de manglar muerto en el año 2019 y contar con una salinidad adecuada para esa especie en el 2021.
Lara Domínguez mencionó que el suelo del área del manglar muerto se degradó, por lo que se dieron a la tarea de crear montículos de tierra de cinco metros de diámetro por 30 y 40 centímetros de altura para reforestar la zona con semillas de manglar negro y rojo.
La maestra en Ciencias del Mar por la UNAM afirmó que se registra el crecimiento de los manglares, entre 40 y 50 centímetros de altura, lo cual les ha valido el reconocimiento por parte de la Conafor como un proyecto exitoso.
Además, la bióloga dijo que se registra una mayor presencia de aves en el área restaurada a la fecha.
“Ya vemos que están bien tupidos de manglares, tienen hasta 40, 50 centímetros de altura y ya se está restaurando lo que sería la parte del sistema de manglar, pero también tenemos una respuesta por parte de las aves, las aves las hemos venido monitoreando, tienen un ambiente más sano, mayor diversidad de microhábitat, en 2009 se registraron 31 especies, en 2018 un total de 115 y en 2021 fueron 140”, remató.