Xalapa, Ver. (AVC/Sofia Quiñones) La expansión urbana y la transformación de áreas naturales en zonas agrícolas y asentamientos humanos están modificando de forma acelerada las microcuencas que abastecen de agua a Xalapa, lo que contribuye a una crisis hídrica creciente en la región. Nilton Pineiro Cruz Palacios, ingeniero ambiental y estudiante de la Maestría en Ecología Forestal en la Universidad Veracruzana (UV), encabeza una investigación sobre el cambio de uso de suelo en tres microcuencas ubicadas en Puebla: Tozihuic, Chichiquila y Cimixtlán, cuyos procesos ecológicos influyen en el abasto hídrico de Xalapa. Utilizando imágenes satelitales y herramientas de análisis geoespacial como Google Earth Engine, ha identificado que los principales ecosistemas de la región —bosque mesófilo de montaña, pino, encino y oyamel— se han reducido de forma considerable en las últimas dos décadas debido a la presión del crecimiento poblacional y la ampliación de terrenos agrícolas. “El crecimiento de la mancha urbana y la apertura de áreas agrícolas han provocado la reducción de bosques, lo cual altera la temperatura, la precipitación y contribuye al cambio climático”, señaló Nilton. La pérdida de cobertura forestal afecta directamente el ciclo hidrológico, al modificar la regulación térmica, la formación de nubes y los patrones de precipitación. Esto no solo impacta a nivel local, sino que intensifica los efectos del cambio climático a escala global. La maestra Luz Amelia Sánchez Landero, académica de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la UV, subraya la importancia de valorar qué especies son aptas para reforestaciones, ya que muchas no sobreviven por falta de adaptación al entorno. “Es fundamental elegir bien las especies si queremos conservar servicios ambientales como la recarga de acuíferos”, indicó. Por su parte, el Dr. Elio Guarionex Lagunes Díaz, técnico del Instituto de Ecología, advirtió que el cambio climático también ha desplazado los cúmulos de humedad hacia zonas más elevadas, alterando los patrones de lluvia en las cuencas que abastecen a Xalapa. Ambos especialistas coinciden en que las decisiones públicas se toman con información limitada debido a la falta de recursos y tiempo en las instituciones gubernamentales, por lo que recae en el ámbito académico la responsabilidad de producir datos científicos que permitan mejorar la gestión territorial y ambiental. La omisión de estas problemáticas tiene consecuencias: la pérdida de vegetación incrementa la erosión, genera sedimentación en cuerpos de agua, afecta la biodiversidad y reduce la capacidad de infiltración y recarga del suelo. Nilton Cruz indicó que su investigación busca aportar evidencia científica útil para comprender cómo los cambios de uso de suelo impactan el abasto de agua en Xalapa y contribuir a la formulación de estrategias de conservación más efectivas. “Es importante conocer cómo han cambiado las microcuencas y qué consecuencias ha tenido esto, para garantizar un abasto hídrico sostenible para la ciudad”, concluyó.
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