Orizaba, Ver.- (AVC) Tras 30 años de abandono, la ex Fábrica Textil de Río Blanco inició su proceso de transformación con la presentación de un proyecto cultural y comercial impulsado por autoridades electas, empresarios, el INAH y los propietarios del inmueble.
Después de años de silencio y polvo acumulado, el enorme cascarón industrial de la ex Fábrica Textil volvió a recibir visitas este fin de semana. Autoridades electas, representantes del INAH, empresarios y dueños del predio se reunieron para presentar “Rescatemos Río Blanco: Ex Fábrica Textil”, un plan que busca revertir tres décadas de abandono y resignificar uno de los espacios históricos más emblemáticos de las Altas Montañas.
Adolfo García Avendaño, uno de los socios actuales, recordó la larga travesía que enfrentó el inmueble desde su cierre. “Este gigante lleva tres décadas detenido; desde 2007 quisimos levantarlo, pero nunca había existido una ruta clara. Hoy, por fin, empezamos a ver luz”, expresó.
El edificio, fundado en 1892 y parte de la antigua Compañía Industrial de Orizaba, pasó por deudas, litigios y cambios de propietarios que lo fueron sumiendo en el deterioro. Ese rumbo, relató García Avendaño, comenzó a modificarse tras su encuentro con el alcalde electo José Antonio May González, con quien coincidió en una visión: devolver el sitio a la comunidad.
El plan maestro para recuperar la ex fábrica
El arquitecto Waldo Tornell García presentó el plan maestro que dividirá el complejo en cinco zonas: Cultural, Comercial, Servicios, Espacios públicos y Circulaciones.
Las propuestas incluyen:
Vestíbulo-museo sobre la historia textil y obrera de la región.
Dos museos temáticos: uno industrial y otro dedicado a las luchas laborales de principios del siglo XX.
Áreas comerciales con tiendas, tecnología, gastronomía y terrazas.
Servicios nuevos para el municipio: bancos, cajeros y módulos de atención.
Zonas públicas con jardines, juegos infantiles y mobiliario urbano.
Espacios deportivos como cancha de pádel y gimnasio.
Business center, salones de eventos y un mirador hacia la torre-reloj.
Tornell explicó que la inversión será mixta: el Ayuntamiento atenderá áreas comunes y los futuros locatarios rehabilitarán sus espacios conforme a lineamientos de conservación histórica.
Irma Becerril, representante del INAH, destacó la importancia del inmueble dentro de una red internacional de espacios vinculados con las luchas laborales del inicio del siglo XX. “En Veracruz quedan muy pocos vivos. Este es un patrimonio irremplazable”, afirmó.
Celebró que, tras 30 años, exista un proyecto con estructura, financiamiento y respaldo público-privado. Adelantó que Río Blanco será incorporado a una ruta cultural estatal junto con Orizaba y Maltrata.
Una oportunidad para transformar el municipio
Al cierre del evento, el alcalde electo José Antonio May González subrayó que el proyecto representa una oportunidad inédita para el municipio. “Río Blanco carece de servicios básicos; no tenemos ni bancos. Este complejo puede ser el motor económico que nos hacía falta”, dijo.
Informó que una parte del edificio fue rehabilitada como espacio demostrativo y anunció la apertura de un grupo de WhatsApp para empresarios, inversionistas, restauranteros y futuros locatarios interesados. También confirmó que tomará protesta el 31 de diciembre a las 10:00 de la mañana dentro de la ex fábrica como un acto simbólico del inicio de una nueva etapa.
El inmueble que permaneció oculto detrás de bardas y escombros durante décadas inicia un proceso de recuperación que podría extenderse hasta 15 años. Sus impulsores aseguran que el proyecto no solo reactivará la economía regional, sino que también restaurará el orgullo histórico de Río Blanco.