| La vejez a su suerte |
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Actualizado: 2020-12-03 |
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FELIPE DE JES�S FERN�NDEZ BASILIO
DESDE A JANELA
La vejez a su suerte
El mundo jur�dico actual se encuentra exageradamente lleno de tutelas legales para casi todo tipo de personas y de eso nos damos f�cilmente cuenta ya que si se trata de mujeres, ni�os, adolescentes, trabajadores, campesinos, ind�genas, concubinos, alumnos entre otras muchas �situaciones especiales� que tienen ya sea su propia legislaci�n o excepciones en las leyes generales con la finalidad de protegerles frente a abusos reales o que algunas veces se dan en la imaginaci�n de quien legisla.
Vaya, hay tantas protecciones que hasta los animales tienen tambi�n la suya.
Algunas de ellas son necesarias, otras son exageradas y otras son francamente absurdas como las famosas cuotas de g�nero en cargos de elecci�n popular o en la integraci�n de �rganos del Estado, ya que ahora prevalece la cuota de g�nero sobre los m�ritos de las personas o la naturaleza del organismo que se pretende integrar.
Sin embargo, entre tantas circunstancias personales que se protegen se ha olvidado una que es b�sica y esa precisamente es la que le da el t�tulo a este texto: la vejez.
As� es queridos lectores, la vejez no est� protegida por nuestras leyes ni tampoco casi nadie se preocupa por hacer algo al respecto, a pesar de que esa etapa de la vida llega a ser muy parecida a la de la ni�ez, la cual est� sobreprotegida y sin embargo los ancianos se encuentran al garete cuando son v�ctimas de cualquier tipo de abuso.
M�s las personas que llegan a una edad avanzada al igual que las que comienzan su vida requieren una protecci�n especial, ya que la vida humana en cuanto a su edad cronol�gica es como una l�nea parab�lica en la que los puntos bajos o d�biles son sus extremos y es precisamente en ellos en donde se deben de crear protecciones especiales.
Como ya dijimos, en el extremo inicial se ha hecho hasta en abundancia con figuras que rayan en la exageraci�n pero que de alguna manera representan la importancia que se les da a los ni�os y adolescentes, tal y como lo son los asesores jur�dicos que representan a menores en juicios de custodia y que el Juez de amparo pone cuando se ventila un juicio de ese tipo que revisa esa cuesti�n.
M�s en el otro extremo de la par�bola que mencionamos, no hay ning�n tipo de representaci�n o suplencia de la deficiencia de la queja o incluso una normatividad especial que sirva para velar y proteger los derechos de las personas que se encuentran en la vejez.
Al contrario, en esa etapa de la vida se entra en juicios y dem�s problemas legales como si se tratara de una persona en plenitud de facultades, lo cual ya no es as� y es que es bien sabido que ni el cuerpo ni la mente responden de la misma manera a determinada edad.
Aparte de lo anterior, cuando una persona ya es muy mayor empieza a tener problemas de salud que la hacen vulnerable a sufrir abusos por parte de otras personas que aprovechan la situaci�n y as� tenemos a asistentes familiares o no que los hacen firmar testamentos o donaciones y que pasan sin m�s por los filtros legales como si se tratara de una manifestaci�n espont�nea de la voluntad de la persona.
Tambi�n tenemos casos en los que precisamente por las enfermedades se generan gastos extraordinarios y muchas veces altamente onerosos para cubrirlos que dejan al anciano a merced de prestamistas que literalmente los dejan en la calle, incluso los sacan de su casa en vida.
Por situaciones como las mencionadas es que se debe de implementar una protecci�n en las leyes para la vejez y as� mismo crear, al igual que ya se hace con la ni�ez, una procuradur�a que defienda sus derechos y los asista en los procesos judiciales en los que sean parte, sobre todo cuando son demandados y su patrimonio est� en riesgo.
Ya que lo que hay como lo es el derecho a pedir alimentos a sus descendientes o algunos derechos sociales como la pensi�n de los sistemas de seguridad social para quienes son beneficiarios de los mismos o incluso las d�divas gubernamentales, resultan notoriamente insuficientes para garantizar una vejez digna para todas las personas debido a que la mayor�a de los abusos que sufren provienen de personas que buscan sacar alg�n provecho de la desventaja en la que se encuentran.
Hay que ser muy claros, tenemos una deuda con nuestros viejos (disculpen si no uso eufemismos y no los uso porque creo que el lenguaje debe de ser preciso para que el mensaje sea contundente) la cual por gratitud a ellos debemos de saldar de inmediato y tampoco debemos de olvidar que alg�n d�a estaremos en la otra cara de la moneda.
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Twitter: @FelipeFBasilio
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Desde a Janela
Felipe de Jes�s Fern�ndez Basilio |
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