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Actualizado: 2020-10-15 |
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�Papelito habla?
Juan Manuel V�zquez Barajas (Twitter: @juanmanuel_vb)
La siguiente semana la gente de Coahuila e Hidalgo har�n algo que normalmente no se ve en octubre: ir�n a votar. Desde abril, el Consejo General del INE decidi� aplazar las elecciones originalmente programadas para junio debido a la pandemia del Coronavirus. En ese entonces, se consider� que era m�s importante resguardar la salud que obedecer un calendario electoral. Sin embargo, la pandemia no se ha ido, y el riesgo de contagio sigue siendo una posibilidad. Para prevenirlo, las autoridades tomar�n una serie de precauciones, incluyendo la sanitizaci�n de las casillas y el uso obligatorio del cubrebocas, por nombrar algunas.
Esta situaci�n ha evidenciado una gran debilidad del sistema electoral mexicano: su falta de flexibilidad. En otros pa�ses con elecciones programadas para este a�o se pudieron tomar alternativas al voto en persona, tales como el voto postal o voto por adelantado. Es decir, las personas contaron con la posibilidad de votar desde casa y enviar su boleta a la autoridad electoral, o ir a votar d�as antes del d�a de la elecci�n para reducir la afluencia a las casillas.
En M�xico no contamos con esas posibilidades dada una historia larga de desconfianza. Dada la historia de resultados cuestionables, hemos construido procesos electorales enmara�ados, repletos de supuestos candados y medidas de seguridad que llevan a que la elecci�n solo pueda realizarse en un solo d�a y con una concurrencia a las casillas para depositar nuestro voto en papel.
La frase �papelito habla� resume la sensaci�n de alivio que produce ver una manifestaci�n tangible de nuestro voto.
Lo que la mayor�a de los ciudadanos no conoce, es que el voto en papel trae consigo una serie de debilidades, tales como la ambig�edad de su sentido, el f�cil extrav�o o destrucci�n, y un margen de discreci�n para su interpretaci�n por parte de las autoridades.
Es por ello que la ciudadan�a tiende a ver diferencias entre el PREP, el cual se produce con el c�mputo en casilla, y el resultado final que es determinado por los consejos del OPLE o INE, o por un tribunal.
Esta situaci�n presenta un callej�n sin salida para fomentar la confianza de la ciudadan�a. Por un lado, es complicado experimentar con mecanismos de voto por internet o correo postal porque se desconf�a de ellos, y por otro se sigue generando confusi�n al tener varianzas entre resultados preliminares y definitivos.
No obstante, puede que la situaci�n que vivimos en 2020 presente una oportunidad. Es posible que el impacto de esta pandemia se extienda y posiblemente presente implicaciones para las elecciones de 2021. Ante esa posibilidad, es importante que las autoridades se planteen alternativas y consideren seriamente la modernizaci�n del voto.
En el siglo XXI tenemos que aceptar el nuevo papel que la tecnolog�a juega en nuestras vidas cotidianas. Seg�n el propio Instituto Federal de Telecomunicaciones, en 2018 el 66% de los mexicanos ya eran usuarios de internet, mientras que el 62% utilizaban tel�fonos celulares inteligentes. Por supuesto, su uso se ha limitado a cuestiones de la vida privada, pero conforme va evolucionando y avanzando su uso, es probable que tambi�n se adapte a la esfera p�blica.
A la fecha, ya hemos visto c�mo estas tecnolog�as pueden adaptarse a nuestras elecciones. Basta con ver la aplicaci�n del INE para recabar apoyos para candidaturas o consultas ciudadanas, entre otros usos. Para 2021, tambi�n se ha desarrollado un piloto de voto por internet para mexicanos residentes en el extranjero. Este experimento ser� sumamente importante para estudiar la viabilidad de este mecanismo, ya que podr�a abrir el camino para un uso m�s extenso en todo el pa�s.
Si bien no todos los mexicanos tendr�n acceso a los recursos materiales necesarios para votar de esta forma, ello no deber�a ser raz�n para no explorarlo. A diferencia de lo que algunos quiz� piensen, el voto por internet o el voto postal no tienen que reemplazar por completo al voto en casilla. En todo caso, puede ser una forma de facilitar la participaci�n ciudadana e incrementar el n�mero de votantes en una elecci�n. Tomando en cuenta la situaci�n actual, podr�a reducir la afluencia f�sica a las casillas, disminuyendo as� el riesgo de contagio que pudiera presentarse en estos puntos.
El voto por adelantado tambi�n puede ser una forma de votar que se quede en nuestro sistema. Varios pa�ses ya implementan esta forma para permitir mayor flexibilidad a los ciudadanos, permiti�ndoles ejercer su deber c�vico en un periodo mayor que un solo d�a. Este tipo de flexibilidad implica un gran reto, por supuesto. Para empezar, las autoridades deber�an tomar previsiones e instalar casillas de voto adelantado, las cuales quiz� no dependan de ciudadanos voluntarios, sino de personal del propio INE u OPLE. Tambi�n implica un reto log�stico y econ�mico, ya que alarga la jornada electoral a un periodo electoral.
No obstante, todo esto es accionable, y a la larga permite que el ciudadano se beneficie de mayor opci�n en sus v�as de participaci�n. En vez de obligar al ciudadano a adaptarse a un sistema viejo, obliga al sistema a adaptarse al ciudadano de hoy. El ciudadano es primero, el sistema es segundo.
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