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Viernes 29 de marzo de 2024
La extradici�n de Lozoya

Actualizado: 2020-07-18
EL PODER DEL PUEBLO

La extradici�n de Lozoya

Lic. Rub�n R�os Uribe

Escribo esta columna el jueves al mediod�a, al mismo tiempo que un avi�n Challenger 605 de la Fiscal�a General de la Rep�blica ha girado sobre Santiago de Compostela y dejado atr�s las R�as Altas de la costa gallega de La Coru�a. Se encuentra ahora a casi 11 kil�metros sobre las fr�as aguas del Atl�ntico Norte y trae abordo a Emilio Lozoya Austin.

Cuando ese jet aterrice en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de M�xico �tras alguna probable escala t�cnica en Canad�- traer� consigo a uno de los emblemas de la corrupci�n en el sector energ�tico en el sexenio pasado.

Para las y los mexicanos que creemos en la justicia es crucial juzgar a Emilio Lozoya, pero m�s importante a�n es recoger su testimonio sobre un juego de ajedrez donde era uno de los valiosos alfiles, pero no el rey.

Citando a los nuevos cl�sicos: no tenemos pruebas, pero tampoco dudas. Ahora Emilio Lozoya est� en condiciones de darnos las pruebas de c�mo funcionaba la maquinaria de la que era un aceitado engrane. Lozoya no actu� solo y tiene mucho qu� decir, mucha gente qu� se�alar.

La impunidad en nuestro pa�s era tal, que M�xico era el �nico pa�s donde oper� la corrupci�n de Odebrecht en el que ning�n funcionario hab�a pisado la c�rcel.

En Per�, por ejemplo, el salpicadero alcanz� niveles dram�ticos como si fuera una emocionante serie de Netflix: un Presidente en funciones tuvo que renunciar y tres expresidentes y una exprimera dama fueron procesados. Uno de ellos, Al�n Garc�a, se suicid� de un tiro en la cabeza cuando la polic�a allan� su casa para detenerlo.

En Brasil, en Colombia, en Panam�, en El Salvador, en todos lados hubo gente en la c�rcel, menos en M�xico.

�De qu� trata la trama de Marcelo Odebrecht? Operaba de una manera muy simple: entregando dinero para las campa�as pol�ticas a cambio de contratos ventajosos con el gobierno, de manera subrayada en el sector energ�tico y de las obras p�blicas. Lozoya, por ejemplo, levant� maletas con 9 millones de d�lares.

Por si fuera poco, sobre Lozoya pesan otras acusaciones que no tienen relaci�n con Odebrecht y que se refieren a la compra de una planta de fertilizantes chatarra a precio de nueva, con la debida comisi�n de por medio de parte del vendedor.

La llegada de Lozoya levanta sentimientos encontrados entre la gente de bien. Por un lado, esperanza y alivio de ver que las cosas en M�xico han cambiado y que ahora existe un aut�ntico compromiso por erradicar a la corrupci�n. Por otro lado, una inevitable tristeza por recordar el grado de corrupci�n que llegamos a padecer durante d�cadas.

Lo peor es que no es solo el dinero robado, sino el da�o estructural a una industria energ�tica orgullo nacional que nos entregaron hecha pedazos y que ahora se est� trabajando en reconstruir.

*Diputado local. Presidente de la Mesa Directiva.
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