| Make Mexico Respectable Again |
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Actualizado: 2020-07-11 |
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EL PODER DEL PUEBLO
Make Mexico Respectable Again
Lic. Rub�n R�os Uribe
Las ventas de Vitacilina se dispararon entre los oponentes del presidente Andr�s Manuel L�pez Obrador este mi�rcoles luego de comprobar el �xito diplom�tico que signific� la visita de Estado a la Casa Blanca.Recibido con respeto a su investidura por el presidente Donald Trump, el jefe de Estado mexicano puso �yo dir�a que repuso- el nombre de M�xico en alto, con dignidad, mesura, madurez pol�tica y talento diplom�tico.
Por unas horas, Andr�s Manuel tuvo encima la mirada atenta de m�s de 30 millones de mexicanas y mexicanos que viven en Estados Unidos, expulsados de su tierra por d�cadas de pol�ticas neoliberales que les cerraron oportunidades en su propio pa�s.
Y desde M�xico, m�s de 100 millones m�s compartimos la misma expectativa esperanzada. Fue una especie de hacer a M�xico respetable otra vez �Make Mexico respectable again-, parafraseando el lema de campa�a del presidente estadounidense de hacer a Am�rica grande otra vez.
Vimos lo que hace dos a�os era impensable: la Bandera de M�xico orgullosa en el Jard�n de las Rosas, a unos pasos del Sal�n Oval, con el presidente Trump hablando bien del nuestro y de nuestros paisanos. Un �xito que reitera lo ya sabido: el respeto se gana y Andr�s Manuel se gan� el de Donald Trump.
Dos cosas de las que se ha hablado muy poco de esta visita y que me llamaron la atenci�n fueron las siguientes: Por un lado, el tiro de gracia a la faramalla del avi�n presidencial �el que no ten�a ni Obama- que, ya qued� demostrado, nunca fue necesario, ni justificado, ni oportuno y que fue siempre una fantocher�a fr�vola, insultante para el pueblo.
Con sus escalas en Atlanta de ida y en Miami de regreso, el Presidente se movi� seguro por los cielos de M�xico y Estados Unidos en vuelos comerciales, rodeado de pasajeros comunes, llegando a tiempo a sus compromisos.
Y por otro lado, el lamentable espect�culo de algunas y algunos aqu� en M�xico cuya identificaci�n con proyectos pol�ticos contrarios a la Cuarta Transformaci�n, los llev� a la aberraci�n antipatri�tica de mantener los dedos cruzados a la espera de que la visita fuera un fiasco.
Su ardiente deseo de ver fallar a Andr�s Manuel es m�s fuerte que cualquier resquicio de solidaridad con la causa com�n de todas y todos los mexicanos dibujando de cuerpo entero su hipocres�a.
De pena ajena. Y como no hay que desearle mal a nadie, yo les deseo pronta recuperaci�n con la Vitacilina. |
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