| De chachas a trabajadoras formales |
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Actualizado: 2018-05-14 |
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De razones y pasiones
De chachas a
trabajadoras formales
Rafael P�rez C�rdenas
La fama de Mar�a de la Luz Padua, una de las cerca de 3 millones de trabajadoras del hogar que existe en M�xico ha cruzado muchas fronteras. Mar�a fue la protagonista de una historia en el diario El Pa�s de Espa�a, para luego ser despedida por su empleadora, como dio testimonio en nuestro pa�s el diario La Jornada.
En Espa�a, as� fue contada: �Mar�a de la Luz Padua sent�a que no exist�a. En la casa donde trabajaba haciendo la limpieza ten�a que ocultarse cuando llegaban visitantes, no pod�a descansar en d�as festivos, tampoco le pagaban las horas extra y con un sueldo muy bajo ten�a que ocuparse, por su cuenta, de sus gastos m�dicos. �Ten�an muchas reuniones y llegaban de visita sus familiares�.�
Mar�a de la Luz Padua Orihuela fue una de las trabajadoras del hogar que por hacer valer sus derechos ha sido despedida. En entrevista con La Jornada pocos meses despu�s, dijo que hace dos a�os cuando solicit� a su empleadora una constancia de trabajo para constituir el sindicato, la despidieron. La segunda ocasi�n fue por su embarazo, y asegur� que es m�s dif�cil obtener un empleo dado que plantea a sus empleadores sus derechos b�sicos.
En contrario, hay muchas personas que se ufanan de la relaci�n personal y hasta afectivo que conceden a las personas que les ayudan con las tareas dom�sticas, como si el trato con respeto y dignidad a otra persona fuera un m�rito a reconocer. Al final del d�a, con tratos malos y con una empat�a casi familiar, las trabajadoras dom�sticas siguen en el desamparo legal, econ�mico y de la seguridad social.
De manera inexplicable, M�xico ha evitado durante siete a�os ratificar el convenio 189 de la Organizaci�n Internacional del Trabajo (OIT), que reconoce al trabajo del hogar con los mismos derechos que el resto de los empleos. Por lo que la jornada de millones de trabajadoras no est� reconocida por las leyes locales, lo que ha propiciado un vac�o que desemboca en la discriminaci�n a este grupo, compuesto en un 95% por mujeres.
En el pa�s existen casi tres millones de personas trabajadoras del hogar. De ellas solo el 2.3% son formales, es decir, por cada 100 trabajadores del hogar remunerados, poco m�s de dos cuentan con acceso al sistema p�blico de salud (IMSS) y de ahorro para el retiro como prestaci�n a su trabajo, seg�n datos de la Encuesta Nacional de Ocupaci�n y Empleo (ENOE) realizada por el INEGI hace un par de a�os.
La principal causa de esta cifra es que la legislaci�n mexicana del Seguro Social solo permite la afiliaci�n voluntaria de este colectivo laboral. Adem�s, el r�gimen de incorporaci�n al Seguro Social voluntario para los trabajadores del hogar en M�xico no les permite el acceso a todas las prestaciones sociales, como es la participaci�n en el Fondo de Ahorro para Vivienda (INFONAVIT) y las guarder�as del IMSS. Este hecho no deja de ser parad�jico si tenemos en cuenta que el 90% de las personas trabajadoras del hogar son mujeres en edad reproductiva y el 40% de ellas tiene entre 3 y 5 hijos, seg�n el INEGI.
El reconocimiento del trabajo del hogar en M�xico llevar�a a esta fuerza laboral a salir de la informalidad y el anonimato. Las empleadas podr�an tener delimitada su jornada de trabajo a ocho horas, acceder a los servicios p�blicos de salud, recibir una pensi�n al final de su vida laboral e incluso contar con d�as de vacaciones. Aunque las trabajadoras han conseguido negociar algunos de estos derechos, la ley no obliga a que exista una relaci�n laboral formal.
Seg�n datos recabados por la Federaci�n Internacional de Trabajadoras del Hogar, el salario promedio que reciben estas personas oscila entre 2 mil 501 y 5 mil pesos al mes. Es decir, poco m�s del salario m�nimo establecido para M�xico en 2018, que es de 2 mil 686 pesos mensuales. Tampoco tienen prestaciones como vacaciones o aguinaldos, ni pueden acceder a pr�stamos para trabajadores. No pueden jubilarse ni pensionarse, dado que nadie lleva cuenta de su antig�edad laboral. Es decir, pr�cticamente no existen para nadie.
Por eso destaco la propuesta hecha este domingo por Jos� Antonio Meade para que la seguridad social para las trabajadoras del hogar sea 100 por ciento deducible de impuestos, facilitando el pago v�a electr�nica para agilizar su ingreso al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Hasta los trabajadores de la construcci�n gozan de este derecho.
Al incorporarse a la seguridad social, las y los trabajadores en hogares tendr�n seguro de salud y maternidad, as� como prestaci�n de guarder�as para sus hijos con alimentaci�n y preescolar desde los 43 d�as a los 4 a�os.
Las trabajadoras del hogar no aspiran a ser queridas y mimadas; lo que quieren es tener derechos que les garanticen una vida mejor, que gocen de beneficios como lo hacen las personas que las emplean� y que les dejen de llamar �chachas�. Eso si ser� una muestra de respeto y cari�o.
Las del estribo�
1. Este domingo, el gobernador Miguel �ngel Yunes ofreci� una recompensa de cinco millones de pesos para quien aporte informaci�n que lleve a la captura del ex Fiscal General del Estado, Luis �ngel Bravo Contreras. Por la noche corri� la versi�n de que el Fiscul�n asistir�a esta ma�ana al caf� de La Parroquia de la calle de Enr�quez a dar una conferencia de prensa para defenderse, lo que provoc� que cientos de personas pernocten en el parque Ju�rez en espera de un golpe de suerte que los saquen de pobres.
2. Si las mineras que siguen trabajando en los municipios de Actopan y Alto Lucero cre�an que hab�an doblegado a las autoridades �fuera con dinero o a trav�s de la presi�n de Canad� en la negociaci�n del TLC-, no contaban con que se les apareciera la Iglesia. En su mensaje dominical, el Arzobispo de Xalapa hizo un llamado a la gente a movilizarse. Esto, insisto, apenas empieza.
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