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Martes 16 de abril de 2024
La mayor elecci�n de la historia de M�xico.

Actualizado: 2018-05-03


Dra. Ana Beatriz Lira Rocas
Universidad Veracruzana

Que las atrocidades del PRI, PAN o PRD, en el poder son de magnitudes espectaculares, innegable, MORENA a�n no gobierna y lo poco que est� gobernando desde su rebautizo, tampoco nos tiene felices, como igualmente no env�a una buena se�al sumar a sus filas a los que, dentro del PRI, PAN o PRD, han formado parte de los gobiernos o sindicatos coludidos. As� que la Regeneraci�n, como no sea que incluya la limpieza de culpas por una v�a desconocida, no se comprende, ya que son las mismas personas con un nuevo color.

Mientras tanto la pobreza, -que es lo que m�s nos deber�a ocupar-, ha adquirido un car�cter estructural, las medidas que, en el discurso, se han tomado para abatirla, la han consolidado. La pol�tica social convertida en un gran negocio, el absurdo en sus reglas de operaci�n, los proveedores designados para acatar las mismas, concentrados siempre en el centro del pa�s y propiedad de los propios pol�ticos. Y un largo etc�tera, la han hecho un elemento estructural de la econom�a. Pero puede ser m�s grave si se opta por quien pretende no solo continuar, sino profundizar tales condiciones con m�s amplias medidas de asistencialismo y no con generaci�n de riqueza, que es la otra �ptica desde la cual se puede abordar el problema, es decir, como la ausencia de riqueza.

Por otro lado, el crimen organizado coludido no solo con los cuerpos castrenses, sino con administraciones de cualquier �mbito de gobierno, aporta nuestro segundo gran problema: la inseguridad. En principio fue la simbiosis entre empresarios y pol�ticos, hoy tenemos una perversa relaci�n entre empresarios, criminales y pol�ticos. No perdamos de vista que, para mover las toneladas de droga, las armas, las casas de seguridad, se requieren aviones, bodegas, camiones y dem�s log�stica que es provista por particulares.

En ese ajo ha entrado mucho m�s que el PRI, PAN o PRD, por hablar de los partidos m�s representativos. La enfermedad, el deterioro y abandono de los valores, la acogida de antivalores es generalizada. Cada pueblo tiene el gobierno que merece. Duro, molesto pero real. En Veracruz, nuestro pobre y deteriorado estado, otrora granero y yunque de la Naci�n, recordamos bien los d�as en que el �T�o Fide� era la alegr�a del pueblo, yendo lo mismo a actos de gobierno que a bautizos o conciertos, apadrinando beb�s, quincea�eras, bodas, regalando billetes de 500 pesos cuando llegaba a la cuenca del Papaloapan, y todo el mundo feliz de ir a �saludarlo� y tomar su billetito. Anda mijito ve para que te toque algo, �algo de qu�? �de la corrupci�n del estado? �de lo que se roban los pol�ticos? Entonces el problema no es que roben, sino que no les toque a los inconformes, es pregunta.

O, �acaso ingenuamente cre�an que era su propio dinero? Parece que es irrelevante la respuesta, siempre que se reparta. Esa es una premisa de �xito en la administraci�n p�blica, repartir, salpicar. Y lo mismo sucedi� despu�s de los saqueos a supermercados de 2016, con el gobierno actual, solo que ah� no eran 500, sino 2000 pesos, �para los ladrones! N�tese los sutiles mecanismos de complicidad que el pol�tico va propiciando y que la sociedad veracruzana ha aceptado.

De esta manera hemos llegado al l�mite del absurdo, al escenario kafkiano, de un gobierno federal regalando televisores por el apag�n anal�gico para que La Rosa de Guadalupe pueda seguir adormeciendo, -por decirlo diplom�ticamente-, a sus seguidores. Y la gente feliz de recibirlos, cual regalo personal de quien lo entregaba, o del titular, cuando esa misma gente es testigo y v�ctima del d�ficit inmenso en materia de servicios de salud, de hospitales, s�lo como un ejemplo.

As� que, a�n cuando no agrade es importante demostrar que no solo es el gobierno, la sociedad tambi�n ha sido cortoplacista, tambi�n ha visto solo el momento y no la consecuencia, ni la sutil forma en que ha quedado coludida con acciones irregulares, ilegales.

Ahora enfrentamos el mayor reto de la democracia, la elecci�n m�s grande de nuestra historia, nuestro deseo es que no se resuelva sin tener en cuenta la historia, los hechos objetivos. El pueblo que olvida su historia est� condenado a repetirla. Podemos votar castigando, si, en realidad es que lo que se espera que suceda, pero eso no nos va a salvar de consecuencias peores, porque siempre puede ser peor, todos los escenarios, por terribles que parezcan, son susceptibles de empeorar.

Sin embargo, decir son todos iguales, ya que le toque robar a otro y con suerte hace las cosas mejor, es un riesgo monumental. Lo es sobre todo para la clase media, los que hemos trabajado toda la vida por una casa, por el negocio familiar, por la seguridad de la educaci�n de nuestros hijos. Por triste que sea, el pobre, en un escenario peor sigue siendo pobre, el rico se va del pa�s con negocio y dinero, y sigue siendo rico. Los que nos quedamos somos la exigua clase media. Esos pocos que pagamos los impuestos con los que se regalan televisores y billetes. Si queremos escuchar un discurso que enardezca los �nimos hay muchas palabras para escribir, el tema es a d�nde vamos como pa�s y a d�nde nos puede llevar una administraci�n peor a las que hemos tenido.

Con lo cu�l la pregunta inminente es �por qui�n votar? �a qui�n le damos la confianza y el alt�simo honor de gobernar Veracruz y M�xico, de representarnos en el Congreso de la Uni�n? �c�mo identificar la estrategia ideal que debe seguir la ciudadan�a?

Si los partidos no nos representan, las coaliciones insensatas e incoherentes, a�n se alejan m�s de los colectivos y las personas que un d�a se identificaron con una u otra. S�lo nos resta la opci�n de mirar a las personas, de elegir al individuo abstray�ndolo del color y revisar su conducta individual, su moral, su trabajo, su patrimonio y el origen de este. Necesitamos gobernantes con verg�enza, que les preocupe que sus hijos deban bajar la cabeza por sus actos, con una pareja que no permita que las hordas adulantes lo despeguen del suelo, alguien con probada solvencia moral, con historias de vida transparentes. Los hay, al menos quien esto escribe ubica candidatos probos, uno para gobernador y cuando menos otro para senador y de distinto partido.

Otro asunto de vital relevancia es justamente no dar a un solo hombre, -ni partido-, el poder absoluto, ya lo dice muy claro Enrique Krauze desde el pr�logo de su imperdible libro �El pueblo soy yo�, el poder absoluto ha encarnado siempre en tiranos. Con lo que demuestra que una mayor�a dominante, en este caso, para el presidente, ser�a la certeza del fracaso. En resumen, la ciudadan�a debe repartir el poder, vigilando que su voto favorezca a partidos distintos para el Congreso de la Uni�n y para la Presidencia.

El ejercicio no es sencillo, pero es mucho lo que nos jugamos, sobre todo insisto, la clase media. La historia universal nos dice que la clase m�s importante para el desarrollo de un pa�s es justamente la clase media, en ella va el peso del cambio y del mercado interno. No es sencillo comprender c�mo se mueve la historia y la econom�a, m�s a�n cuando no existe la comunicaci�n pol�tica que explique al pueblo el por qu� de los actos de gobierno, pero es lo que hay y sobre lo que debemos decidir, de momento no tendremos m�s elementos que �stos.

Cuando menos una certeza debemos tener, si la macroeconom�a, es decir, esas variables como el PIB, la inflaci�n, la deuda externa, las reservas, el tipo de cambio, van bien, efectivamente hay riquezas que crecen desmesuradamente, pero si van mal, si el tipo de cambio se dispara, si la inflaci�n se desborda, nos va muy, pero muy mal a �todos! Y la fragilidad de ellas est� vinculada a la especulaci�n, a lo que el mundo crea que est� pasando o pasar� y, por supuesto, a los actos de gobierno.

Parafraseando a Krauze, terminamos diciendo que debe privar la raz�n y debe servir la experiencia.
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