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Viernes 19 de abril de 2024
�El derecho a no ser madres�

Actualizado: 2018-03-22
Mujeres que saben lat�n

�El derecho a no ser madres�

Por: Harmida Rubio Guti�rrez

�Cuando seas madre lo sabr�s�, �ya ver�s cuando tengas hijos�, �se te est� pasando el arroz� y otras muchas frases escuchamos las mujeres que hemos decidido no ser madres. Se nos cuestiona mucho m�s por esa decisi�n que por otras muy trascendentales como: un cambio de residencia, la renuncia a un trabajo o la elecci�n de una carrera u oficio poco tradicional.
La novelista Rosa Montero, que ha decidido no ser madre, cuenta de una manera muy clara c�mo la confesi�n de la no maternidad causa incomodidad en el entorno: ella relata que con frecuencia en las reuniones sociales o de trabajo surge la pregunta �y t�, �tienes hijos?� al responder que no, se abre un silencio inc�modo, un silencio que la gente suele llenar con frases consoladoras o con justificaciones no pedidas: �pero todav�a est�s a tiempo, tambi�n existe la adopci�n, a lo mejor cuando llegue el hombre indicado�. Muchas otras veces, las personas pasan directamente al cuestionamiento ��pero por qu� no quieres? �no has pensado en tu futuro?� Como si algo tan �ntimo tuviera que ser explicado ante unos desconocidos que hay que convencer para dejar las conciencias en paz.
En espacios acad�micos, laborales y pol�ticos, en este estado laico, se sigue diciendo que la mayor bendici�n de una mujer es ser madre. Dejando en segundo t�rmino el importante papel de las mujeres en la ciencia, la cultura, la econom�a, la pol�tica y la educaci�n. Pareciera que incluso nuestro hacer profesional y cotidiano tambi�n tiene que estar ligado a la maternidad; se dice que somos m�s organizadas, emp�ticas y comprensivas, por el hecho de ser madres. Pero muchas no lo son, y no necesariamente tienen las caracter�sticas que la maternidad tradicional supone.
La cuesti�n es que nuestra sociedad sigue impregnada de la idea de que las mujeres debemos por destino, ser madres. Una mujer que decide no ser madre todav�a es vista como una mujer an�mala, rara, incompleta y ego�sta. La presi�n social por tener hijos s� que tiene un componente de g�nero. Es verdad que a los varones tambi�n se les pregunta por los hijos, pero no se les juzga de la misma manera.
El rol social de madre-esposa nos envuelve desde que somos ni�as; se nos pone enfrente desde muy temprana edad a trav�s de los juguetes como las mu�ecas y la casita. El centrar nuestra existencia en ese rol, quita de nuestra atenci�n la participaci�n en lo pol�tico, en la b�squeda de nuestra libertad y nuestros propios deseos.
El mito del reloj biol�gico persiste en nuestra sociedad. Se dice que todas las mujeres llegamos a una edad en la que nuestro cuerpo �nos pide� ser madres. No es que exista un reloj biol�gico, pero s� que existe un reloj social, esa mirada del mundo exterior: la familia, amigos y amigas, entorno laboral, medios de comunicaci�n, pel�culas e im�genes de la vida cotidiana, nos recuerdan que cuando somos j�venes es tiempo de pensar en ser madres y conseguirlo. Tambi�n existen otras ideas aterradoras alrededor de las mujeres que han decidido no tener hijos, se piensa que morir�n solas y que tendr�n una vida triste y sin compa��a. No necesariamente las cosas son as�; la misma Rosa Montero es una mujer de m�s de sesenta a�os productiva, creadora de obras de literatura potentes y significativas, y una viajera empedernida, que tiene una experiencia vital que dista mucho de la tristeza y la desolaci�n.
Ser madre es una de las opciones para la vida de cada mujer, pero no es la �nica. Hay muchas maneras de ir construyendo nuestra historia, de viajar, de conocer, crear, inventar, trabajar, o simplemente de vivir sin aprietos econ�micos. La decisi�n de ser o no madres es nuestra y no debe de ser cuestionada ni influenciada por el resto de la sociedad. Es nuestro derecho.
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