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Actualizado: 2018-03-14 |
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SCJN: flojitos y cooperando
Rafael P�rez C�rdenas
Durante meses, la Organizaci�n de las Naciones Unidas (ONU), la Comisi�n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Comisi�n Nacional de Derechos Humanos (CNDH), organizaciones civiles internacionales y de nuestro pa�s, entre muchos otros, han encabezado una f�rrea defensa en contra de la Ley de Seguridad interior por considerarla contraria a los derechos humanos.
El rechazo deriva en que se acusa que se dar�n facultades extraordinarias a los miembros de las fuerzas armadas para actuar en actividades de seguridad p�blica, cuando hasta ahora sus atribuciones se reduc�an a la compleja tarea de la seguridad nacional. Bueno, pues resulta que eso es un juego de ni�os.
Sin decir agua va, la Suprema Corte de Justicia de la Naci�n (SCJN) aval� este lunes las normas del C�digo Nacional de Procedimientos Penales, que permiten inspeccionar a personas y veh�culos sin la existencia de una orden judicial previa, siempre y cuando �exista una sospecha razonable o flagrancia� y no por la apariencia f�sica de un ciudadano.
Los ministros coincidieron en que la inspecci�n de personas y veh�culos es una revisi�n superficial que, por regla general, no genera afectaciones graves a las personas y que de hacerlo est� sujeta a la revisi�n de un juez de control. Esto es un falso argumento ya que ni siquiera existe un protocolo. Los polic�as revisan como les viene en gana.
�La confianza de los ciudadanos en las instituciones de procuraci�n y administraci�n de justicia deja mucho que desear. La polic�a, por su propia naturaleza goza imperio, es la fuerza p�blica del Estado. Ser�a il�gico pensar, tal y como lo sugiere la accionante, que los agentes de seguridad deban obtener el consentimiento previo de los particulares para realizar estos actos de inspecci�n y, de no conseguirlo, deban retirarse sin m�s�, fue el argumento del magistrado Laynez Potisek.
Los ministros consideraron que es v�lido que la polic�a pueda inspeccionar a una persona o a un veh�culo en caso de flagrancia o exista una �suposici�n razonable� de que el individuo oculta algo entre sus ropas o que lleva adheridos a su cuerpo instrumentos, objetos o productos relacionados con el hecho considerado como delito que se investiga.
La ministra Margarita Luna Ramos, quien vot� a favor, dijo que esa facultad es para evitar la evasi�n de las personas y cumplir con el principio de inmediatez. �De lo contrario, la polic�a estar�a de adorno�.
Debatir con expertos en Derecho, que adem�s ejercen la facultad de Ministros de la Suprema Corte, no s�lo ser�a osado sino tambi�n excesivamente pretensioso, pero me parece que entre el ser y el deber ser, los ministros �no todos, porque se trat� de una votaci�n dividida- pudieran haber naufragado en detrimento de los ciudadanos. Lo que sucede en las calles, con las polic�as, est� muy lejano a lo que establece nuestra norma constitucional.
�Qu� se debe entender como una �suposici�n razonable�? �La suposici�n sustituye a la prueba? �Qui�n les concede el criterio a los polic�as �quienes han dado sobradas muestras de no tenerlo-, para determinar qu� persona les puede parecer sospechosa? Y en caso de conflicto, �qui�n determina que efectivamente hab�a una suposici�n razonable? �acaso el polic�a se�alado?
En los �ltimos a�os �como lo documentan cientos de investigaciones ministeriales en curso-, la polic�a estatal hizo toda case de detenciones ilegales y tropel�as al amparo de lo que hoy ha validado la Corte: la suposici�n razonable. Bajo esta premisa, muchas personas eran acosadas y violentadas por la polic�a, s�lo por el hecho de suponer que estaban vinculados a actividades il�citas.
La Corte ha establecido que cualquier exceso de la autoridad supone la intervenci�n del juez de control. �Acaso sirve de algo cuando el ciudadano ya ha sido violentado, y en el peor de los casos, hasta desaparecido? Las desapariciones forzadas en Veracruz han iniciado precisamente por una inspecci�n de rutina.
Si es il�gico pensar que los agentes de seguridad deban obtener el consentimiento previo de los particulares para la revisi�n de una persona o un veh�culo �como aseguran los ministros-, entonces �el siguiente paso ser�, ante la misma �suposici�n razonable�, que se introduzcan en nuestra casa?
Es dif�cil pensar que esta determinaci�n desate una creciente actuaci�n arbitraria de las polic�as, sin embargo, las autoridades han encontrado una enorme puerta de escape para justificar muchas de las detenciones que se hacen a diario. As� que a partir de hoy, todos debemos andar flojitos y cooperando.
Y ahora, �qui�n podr� defendernos de la Suprema Corte de Justicia?
Las del estribo�
1. El periodo de registro de candidatos a cargos de elecci�n popular para el proceso electoral federal �l�ase Presidente de la Rep�blica, senadores y diputados federales- inici� el domingo pasado y concluye el pr�ximo jueves 29, para que al d�a siguiente den inicio las campa�as. S�lo al INE se le ocurre establecer fechas fatales en Semana Santa. Por lo pronto, las ex aspirantes a senadoras, Anil� y Elizabeth echar�n toda la carne al asador.
2. Muerto el perro se acab� la rabia. La s�bita muerte de Pancho Colorado -preso y enfermo en una c�rcel de Estados Unidos- devolvi� la tranquilidad a tirios y troyanos. Es cierto, la tormenta ya hab�a pasado, pero sus v�nculos lo mismo con Miguel Angel Yunes como con Fidel Herrera segu�an alimentando el sospechosismo de c�mo los grupos delincuenciales se apoderaron de Veracruz.
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