| �Yo mero� quiero un pa�s m�s ching�n� |
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Actualizado: 2018-03-05 |
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�Yo mero� quiero un pa�s m�s ching�n�
Rafael P�rez C�rdenas
Sugerir siquiera que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) desaparezca es tan absurdo como pensar en la posibilidad de que dejen de existir el PAN, el PRD �aunque sus militantes hacen hasta lo imposible porque as� suceda-, o la pl�yade de partidos pol�ticos que aparecen luego de cada elecci�n presidencial. Un sistema de partidos no puede funcionar sin partidos, y si alguien no est� de acuerdo con la ideolog�a o desempe�o de algunos de ellos, tiene el derecho absoluto de votar por cualquier otro.
Ayer el PRI festej� el 89 aniversario de su fundaci�n. Y resulta que el octogenario partido sigue teniendo los achaques de su edad pero goza de cabal salud. Por eso decidi� darse de regalo un festejo lleno de simbolismos que intentan demostrar un cambio de rumbo. El resto ser� que ese cambio se logre en la nomenclatura, esa que decidi� impulsar la candidatura de Jos� Antonio Meade como una forma de preservar el rumbo que se tom� a partir de las reformas estructurales.
En principio, decidieron festejar en casa. Se acabaron los festejos fara�nicos en auditorios donde se reun�an decenas de miles de priistas de todo el pa�s. Esta vez fue en una especie de petit comit�, con la representaci�n m�nima necesaria de cada entidad. Pero era una fiesta, por eso no faltaron ni el mariachi cetemista ni la banda sinaloense o el florido estruendo de los petroleros. Era la de ayer una masa que rug�a enardecida. Por eso, quien apuesta a la desaparici�n del PRI, tendr� que esperar m�s de lo que supone.
Y ah� estaban muchos de los que ya fueron y otros que ser�n en el futuro; los que ya gobernaron y los que aspiran a hacerlo; a los que los persigue su pasado y quienes persiguen su futuro. Los mismos de siempre y los que nunca hab�an estado. Pero con una diferencia sustancial: ninguno de ellos estaba m�s en el pres�dium. Ayer, el lugar de honor fue para representantes de pueblos originarios, detalle que pas� desapercibido para muchos, hasta que se habl� de una revoluci�n en las pol�ticas de desarrollo social.
Fue notoria �aunque explicable- la ausencia de un Presidente de la Rep�blica que desea que su candidato se fortalezca al interior del Partido. Juntos, Osorio Chong y Manlio Fabio Beltrones aplaud�an, tal vez imaginando como ser�a la escena con ellos en el templete. Ah� sentados junto a una larga fila de ex presidentes nacionales del Partido, donde hab�a dos personajes que jam�s imaginaron asistir a un evento as�: Juana, la carism�tica esposa del candidato priista a la Presidencia, y don Dionisio, un hombre sencillo y prudente que observaba con atenci�n a su hijo.
Casi un cuarto de siglo despu�s, Luis Donaldo Colosio sigue siendo el ide�logo m�s importante del PRI de este siglo, de la misma forma en que lo fue el veracruzano Jes�s Reyes Heroles. Y seguramente lo ser� en tanto los mexicanos sigan teniendo hambre y sed de justicia. La invocaci�n permanente a Colosio s�lo se puede explicar por dos razones: el pa�s est� en una situaci�n a�n peor que la que motiv� a Colosio a pronunciar su emblem�tico discurso, y en consecuencia, el PRI no honr� su legado.
No hubo corbatas rojas ni una larga lista de oradores. El escenario s�lo fue para Jos� Antonio Meade, el candidato presidencial, quien se despoj� una vez m�s de la rigidez de la imagen de t�cnico para construir un discurso m�s cercano a la raza: dijo que �l quiere, como todos los mexicanos, un pa�s ching�n. ��Como queremos a M�xico! �Lo vamos a construir juntos ese M�xico ching�n y juntos vamos a ganar!�, y la flota aplaudi� enardecida.
Y para eso, dijo, �yo mero� tiene la cara limpia. No hay esc�ndalos que lo persigan ni negocios que lo comprometan. Meade critic� que se quiera regresar a la �poca del caudillismo y asegur� que si gana, no permitir� la corrupci�n. �No vamos a permitir un M�xico de caudillos ni de mes�as�. Y tir� la estocada a sus adversarios. �Nadie puede dejar de explicar de qu� ha vivido, ning�n candidato puede usar la contienda para lavar sus culpas y su dinero, no hay cortina de humo que valga, el que la hace debe pagarla�.
Anunci� cuatro puntos para la renovaci�n del partido, entre los que se encuentra, un compromiso la ley, orden y la seguridad con la instauraci�n del nuevo Comit� de �tica del partido; el segundo es darle prioridad a la econom�a familiar; un compromiso con el talento mexicano y la educaci�n gratuita; adem�s del apoyo personalizado a los ciudadanos. No fue una tarde cualquiera; tampoco definitiva. Pero Meade est� haciendo su trabajo como se espera que los otros candidatos hagan el suyo.
El PRI nunca ha tenido un Presidente ciudadano. Cuando perdi� la presidencia, tuvo que lidiar con un mandatario de oposici�n, pero lo hizo con sus propios cuadros: los gobernadores y los diputados y senadores que sirvieron de contrapeso lo mismo a Fox que a Calder�n. Hoy el escenario es distinto. Habr� que esperar para saber, si en efecto, el PRI ha decidido ser un partido de ciudadanos.
La neta es que m�s all� de las simpat�as pol�ticas, todos queremos un pa�s m�s ching�n.
Las del estribo�
1. Fidel Herrera va aunque no lo inviten; opina aunque nadie lo consulte. Luego de dos gobiernos de lanzar cohetes �que dejaron a Veracruz peor que un polvor�n de Tultitl�n-, ahora se dedica a recoger varas. Tuvo mucha paciencia para ser gobernador de Veracruz. Hoy la tiene para intentar convertir en Gobernador a uno de sus v�stagos. Y para eso, no necesita senadores priistas que en seis a�os le disputen la candidatura.
2. Anoche en el teatro Dolby de Los �ngeles, Guillermo del Toro demostr� una vez m�s -como ya lo hab�an hecho Alfonso Cuar�n y Gonz�lez In�rritu-, que a veces es necesario dejar nuestras ra�ces para encontrar el �xito en otra tierra. Es emprender una aventura que nos arraiga m�s a nuestro origen. Sigamos el ejemplo�
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