| AMLO ahora si es un peligro |
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Actualizado: 2018-02-20 |
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AMLO ahora si es un peligro
Rafael P�rez C�rdenas
Hace seis a�os, nadie pudo demostrar que Andr�s Manuel L�pez Obrador efectivamente pudiera ser un peligro para el pa�s en caso de ganar la Presidencia. Todo qued� en una efectiva campa�a de descalificaci�n que prendi� los temores de muchos mexicanos. Sin embargo, ante la falta de argumentos s�lidos de sus adversarios, esta vez Andr�s Manuel ha decidido presentarlos �l mismo.
A la luz de sus propias declaraciones -las cuales ya no pasan por sus conocidas y ocurrentes frases c�lebres-, esta vez Andr�s Manuel ha demostrado que s� representa un verdadero peligro para M�xico, si es que por fin llega a Los Pinos, cosa que empieza a complicarse m�s por su desconcertante discurso y oferta de campa�a.
Al parecer, lo perdimos. Su singular olfato y su astucia para escapar de las trampas pol�ticas desaparecieron y ahora deambula sin rumbo fijo, acaso hacia su tercera y �ltima derrota presidencial. Hace algunas semanas, el gobernador veracruzano disfrut� produciendo video caseros en los que llamaba �loco� de manera reiterada al candidato presidencial.
Pero en lugar de desmarcarse y dejar a Yunes Linares como un adversario pol�tico peleonero, cuyo �nico prop�sito es atajar a su principal adversario, resulta que se autoimpuso el mote durante su toma de protesta como candidato presidencial, al asegurar actuar� con terquedad y locura para acabar con la corrupci�n. �Entonces Yunes Linares ten�a raz�n?
La terquedad y la locura son dos atributos contrarios al sentido com�n y el ejercicio del poder p�blico. Y vaya que en Veracruz lo sabemos, a partir de que en la �ltima d�cada estas fueron dos condiciones omnipresentes en el estilo de gobernar del duartismo fiel.
Pero lo m�s grave ha sucedido en los �ltimos d�as. Primero, tejiendo alianzas con varios de los personajes m�s oscuros del viejo r�gimen al que ha ofrecido combatir; hoy hasta sus seguidores empiezan a pensar que eso no ser� posible por los compromisos inconfesables que ha ido adquiriendo en el camino.
En esta faceta delirante, L�pez Obrador utiliz� su acto de toma de protesta para mostrarse como un pol�tico poco capacitado para ejercer la Presidencia. �Soy terco, es de dominio p�blico; necio, obcecado, perseverante. Con esta misma convicci�n actuar� como presidente de la Rep�blica: con terquedad, con necedad, con perseverancia, rayando en la locura, de manera obcecada, voy a acabar con la corrupci�n�. Tal cual.
Pero adem�s, Andr�s Manuel tambi�n se ha extraviado en el tiempo. Hoy no quiere ser como el franc�s Macron, el canadiense Trudeau o el uruguayo Mujica -quien por cierto rechaz� un encuentro con �l-. Quiere ser como el pasado, �quiero ser recordado como buen presidente�, y mencion� a Benito Ju�rez, Francisco I. Madero y el general L�zaro C�rdenas del R�o. M�xico no necesita otra revoluci�n armada ni de otra econom�a de Estado que nos a�sle del mundo. Acaso el liberalismo y honradez del juarismo servir�a en este momento, aunque no en un personaje que se ha reconoce cat�lico y muestra su conservadurismo. Lo �nico que lo une a Ju�rez es su tentaci�n por el poder.
En el proyecto de naci�n que el tabasque�o propone, va desde pacificar al pa�s, -y para ello plante� �hacer todo lo que sea necesario�; combatir la corrupci�n; dejar de comprar gasolina en el extranjero-, hasta regalar fertilizante, aumentar los salarios de los trabajadores, no incrementar el IVA ni el ISR; no m�s aumentos en el gas y la energ�a el�ctrica; acabar con los ninis, pasando por el amor, como sin�nimo de justicia.
�Estoy seguro de convencer que la justicia es amor, es generosidad, es calidad, la justica es lo que tiene m�s valor sobre la tierra. Adem�s, la paz y la tranquilidad son frutos de la justicia, el orden no es m�s que una consecuencia de la justicia, el orden no se consigue s�lo con el uso de la fuerza, el orden se consigue con la justicia�. Habr� que aclararle a AMLO lo que significa el concepto de justicia en el marco de un Estado de Derecho y no de una involuntaria confesi�n de su conservadurismo.
Pero c�mo se atreve a hablar de justicia, cuando ha impulsado a una serie de personajes al Senado de la Republica que son un verdadero agravio para los mexicanos. Elba Esther y el Napito, incluso palidecen frente a la pretensi�n de hacer senadora a Nestora Salgado, quien cuenta con una serie de investigaciones ministeriales por secuestros cometidos en el estado de Guerrero.
Nestora era la coordinadora de la Polic�a Comunitaria de Olinal�, y es acusada de haber participado en al menos 48 secuestros, entre ellos los de cuatro adolescentes; adem�s estuvo detenida por esos hechos en el penal de alta seguridad de Tepic, Nayarit. Ella ser� una de las representantes de Guerrero en la C�mara alta, seg�n dio a conocer ayer el diario capitalino La Raz�n.
En efecto, Andr�s Manuel se acerca peligrosamente a la locura. Empieza a extraviarse en el contexto de un pa�s complejo que no necesita de milagros ni perdones piadosos; ha perdido el sentido del tiempo y del espacio, aludiendo a prop�sitos imposibles de alcanzar en el pa�s que vivimos.
Andr�s Manuel est� hablando en serio. Que nadie se diga enga�ado. Por eso, esta vez, si resulta un peligro para M�xico
Las del estribo�
1. El alcalde Hip�lito Rodr�guez est� aprendiendo de mala manera que no es lo mismo ser borracho que cantinero. Hoy que es autoridad, tiene que soportar sus dichos y acusaciones, y al mismo tiempo, aguantar vara con los demonios que ha soltado. Si hay irregularidades, que las denuncie y las sancione mucho m�s all� de una grabadora. Lo peor ser�a, que como en la casa de enfrente, utilice distractores para apaciguar un fuego que intenta apagar con gasolina.
2. La deportaci�n de Espa�a de Javier Nava Soria, acusado de ser prestanombres de Javier Duarte en sus operaciones de lavado de dinero, parece ser una estrategia del gobierno mexicano para agilizar el tr�mite. Hace algunas semanas se acus� que la solicitud de extradici�n era deficiente; hoy esta deportado. Lo que les hubiera llevado meses, lo resolvieron en d�as.
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