| Las mismas mafias, nuevas chaquetas |
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Actualizado: 2018-02-19 |
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R�brica
Las mismas mafias, nuevas chaquetas
Por Aurelio Contreras Moreno
Las listas de candidatos a legisladores por la v�a de la representaci�n proporcional suelen ser fiel reflejo de los intereses de los grupos de poder que controlan en el momento a los partidos pol�ticos que llevan a cabo dichas postulaciones.
Tanto en el �mbito federal como en el local, las candidaturas plurinominales se determinan a partir de cuotas para sectores u organizaciones �particularmente en el caso del PRI-, as� como para colocar en las c�maras a los �notables� de los partidos y grupos pol�ticos que se encargar�n en buena medida de dirigir los trabajos legislativos, generalmente en su particular favor.
Pero tambi�n es una pr�ctica socorrida otorgar candidaturas plurinominales, que garantizan acceso seguro a la comodidad de una curul, para cerrar y sellar alianzas, apoyos y recursos que beneficien, como sucede en este a�o, a quienes buscan la cima del poder en M�xico: la Presidencia de la Rep�blica.
Ello ha quedado completamente evidenciado en el caso de los tres partidos que han aprobado ya sus listas de candidatos plurinominales al Senado de la Rep�blica. Tanto el PAN como el PRD y Morena tejen alianzas rebosantes de pragmatismo, que dejan de lado cualquier clase de principios y de orientaciones ideol�gicas �si es que todav�a puede hablarse de eso en el escenario pol�tico mexicano-, y que tienen como �nico objetivo acceder al poder como sea, con quien sea.
De manera extra�a, en la lista de �pluris� del PAN se encuentran perredistas, como el todav�a jefe de Gobierno de la Ciudad de M�xico, Miguel �ngel Mancera -a quien se le da un �premio de consolaci�n� por haberle dejado el camino libre a Ricardo Anaya para imponerse en la candidatura presidencial de la coalici�n �Por M�xico al Frente�-, y en la del PRD panistas como la foxista titular de la delegaci�n Miguel Hidalgo, X�chitl G�lvez, y el ex priista Juan Jos� Rodr�guez Prats.
En el primer lugar de los plurinominales panistas al Senado aparece adem�s Josefina V�zquez Mota, ex candidata perdedora a la Presidencia de la Rep�blica y a la gubernatura del Estado de M�xico, que con esto queda retribuida por los dos monumentales fracasos a los que fue llevada, como corderito al matadero, por su propio partido.
En el tercer puesto de la lista de Acci�n Nacional sorprendentemente fue colocada la ex secretaria de Desarrollo Social del Gobierno de Veracruz, Indira Rosales San Rom�n, por delante de panistas que se supone tendr�an mucho mayor peso que ella, como el ex gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle, el ex dirigente nacional del PAN Luis Felipe Bravo Mena y hasta el actual presidente del CEN, Dami�n Zepeda.
Pero hay una poderosa raz�n para ese lugar privilegiado: Indira Rosales es incondicional del gobernador de Veracruz Miguel �ngel Yunes Linares, parte de su equipo m�s cercano en la confianza, as� como la operadora de los programas sociales en la entidad.
Y esa gran concesi�n al yunismo s�lo puede tener como explicaci�n la necesidad de �amarrar� el apoyo de Yunes Linares a la causa de Ricardo Anaya, ante la versi�n de que habr�a un supuesto pacto con Los Pinos para hacer ganar a Jos� Antonio Meade en Veracruz �el tercer estado con el mayor padr�n electoral del pa�s- a cambio de que se le permita al actual mandatario imponer a su hijo Miguel �ngel Yunes M�rquez en la gubernatura. Real o no dicho �pacto�, por lo visto Anaya no quiere arriesgarse.
Pero donde se llevan las palmas en chapucer�as, incongruencia y malabares ret�ricos para justificar alianzas impresentables es en Morena. Junto a figuras hist�ricas de la lucha democr�tica en M�xico como Ifigenia Mart�nez, el lopezobradorismo llevar� al Senado al dirigente del sindicato minero Napole�n G�mez Urrutia �pr�fugo de la justicia desde 2006 a ra�z de la tragedia en la mina Pasta de Conchos, que dej� 65 muertos, y que vive en Canad� a todo lujo- y el ex dirigente nacional panista del sexenio calderonista, Germ�n Mart�nez C�zares, en su momento furibundo detractor del propio Andr�s Manuel L�pez Obrador que ya ha sido �perdonado�.
Los malabares de la partidocracia para mantenerse aferrada a la ubre del presupuesto p�blico y en la �plenitud del pinche poder� dan asco. Son las mismas mafias. S�lo est�n acomod�ndose sus nuevas chaquetas.
Y todav�a faltan los �pluris� del PRI.
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