| 2018: las pre-campa�as vergonzosamente pat�ticas |
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Actualizado: 2018-02-13 |
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CLAROSCUROS
2018: las pre-campa�as vergonzosamente pat�ticas
Jos� Luis Ortega Vidal
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Al concluir las mal llamadas pre-campa�as de aspirantes a la Presidencia de la Rep�blica y nueve gubernaturas entre las que sobresale la de Veracruz, lo �nico que ha quedado fijo es que no hay nada fijo...
Me refiero a las preferencias electorales.
Y es que si bien la mayor parte de las encuestas dadas a conocer entre la 2a quincena de enero y la 1a de febrero colocan como puntero para suceder a Enrique Pe�a Nieto al ya oficialmente candidato de MORENA/PT/PES Andr�s Manuel L�pez Obrador, en el segundo sitio de las preferencias a Ricardo Anaya Cort�s de la alianza PAN/PRD/MC y en el �ltimo lugar de los momios a Jos� Antonio Meade Kuribe�a del PRI/PVEM/PANAL, estamos ante retratos moment�neos, cambiantes d�a con d�a y cuyos resultados finales son impredecibles.
Sumado ello a que faltan cuatro meses y medio para el domingo clave, el primero de julio, nada est� definido entonces salvo el hecho de que nada est� definido�
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El anterior juego de palabras alude al fondo de la competencia electoral, a la substancia que debe caracterizar todo proceso de cambio, de ajuste institucional en una sociedad democr�tica cuyo futuro est� de por medio.
Cuando un pa�s ha madurado en sus estructuras gubernamentales, en el desarrollo econ�mico, de justicia, educativo, de salud p�blica, en su espectro de derechos humanos debidamente apuntalados, un proceso electoral apunta hacia la continuidad sin importar que en la boleta se coloquen tendencias hacia el pensamiento de izquierda, de derecha o del centro.
El elector tomar� parte de un proceso realmente democr�tico y con opciones que podr� diferenciar a partir de los resultados que lo benefician como ciudadano.
Si hay consecuencias negativas a posteriori tendr�n su origen en elementos propios de la democracia que no es perfecta sino perfectible pero no en la ausencia de democracia, lo cual es distinto.
No es lo mismo equivocarse en el paso a dar para una mejor construcci�n social que el suicidio pol�tico.
Si hay democracia y desarrollo un proceso electoral representa una fiesta ciudadana para elegir a quien pueda encabezar a los votantes hacia m�s desarrollo y una convivencia pol�tica cada vez m�s inteligente y cooperativa.
Los objetivos generales est�n cumplidos: democracia, desarrollo social, justicia.
Ahora se va por los objetivos espec�ficos: avanzar en temas de estabilidad macroecon�mica, la generaci�n permanente y obligada de impulso microecon�mico o repartici�n justa de la riqueza, por la eliminaci�n o disminuci�n de condiciones de corrupci�n, impunidad, opacidad, etc�tera.
Dado que en M�xico padecemos una realidad exactamente contraria a la descrita nuestros comicios del 2018 reclaman una base argumentativa de gran calado hist�rico, la presentaci�n de un programa de trabajo y la descripci�n de pol�ticas viables, razonables, con las cuales nuestros candidatos y candidatas se deben comprometer frente a la realidad socialmente cruda, institucionalmente partida en dos o m�s pedazos y econ�micamente mezquina e ineficaz que padece el pa�s.
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Pol�ticamente Jos� Antonio Meade Kuribe�a representa el dedazo hist�rico que sepult� las alternativas democr�ticas del pa�s en el siglo XX y lo que va del XXI: el del PRI.
Pol�ticamente el candidato del PRI/PVEM/PANAL es un aspirante d�bil porque no es un aspirante�
Su figura creada por (el presidente) Enrique Pe�a Nieto es producto de una imposici�n: la que poderes facciosos de las finanzas, la macroeconom�a, el clero, las fuerzas armadas, et al, le determinaron al propio (dicho a secas) Pe�a Nieto.
Econ�micamente, la perspectiva del ciudadano que no es militante del PRI -sin�nimo de corrupci�n- pero requiere los votos duros del PRI, que cuenta con una gran trayectoria acad�mica y de servicio p�blico y solicita los votos ciudadanos que chocan contra el lastre pri�sta, es la de un neoliberal puro amarrado por el traje de un aspirante ambiguo.
Si el neoliberalismo econ�mico de M�xico nos ha llevado a un 2.1 de crecimiento del PIB en el a�o 2017, a cuatro a�os de instauradas las Reformas Estructurales �Por qu� confiar en Meade?
Dicho de otro modo, aunque el se�or Kuribe�a sea un hombre �honesto�: �C�mo creer que su paso -dos veces- por la Secretaria de Hacienda contribuy� al mejoramiento de la realidad econ�mica macro y micro de M�xico?
Hay m�s pobres en unas partes del pa�s, la misma cantidad en otras y una disminuci�n de pobreza en algunas m�s.
Empero la pobreza sigue ah� como un c�ncer que no cesa a un siglo de la Revoluci�n que se propuso acabar con ella desde la v�a armada y lo intent� convertida en instituciones para fracasar en ambos casos.
Hay mejor�as en la macroeconom�a pero dependemos cada vez m�s de la inversi�n extranjera, somos un pa�s que mantiene su condici�n de maquilador y desde Estados Unidos y sobre todo Canad� se defiende la mejor�a social y la justicia laboral de nuestra clase trabajadora.
Para el gobierno mexicano y los empresarios cuya riqueza depende en buena medida de los servicios y ventas al Estado, mantener el salario m�nimo a poco m�s de 4 d�lares diarios �resulta estrictamente necesario para mantener la estabilidad macroecon�mica�.
Detr�s de tal realidad est�n la figura del �honesto� Jos� Antonio Meade Kuribe�a, el alza a la gasolina, la tortilla inalcanzable, la falta de empleos y las remesas como camino a la sobrevivencia de millones de mexicanos.
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Pol�ticamente hablando Andr�s Manuel Lopez Obrador representa un dedazo hist�rico que ayud� a sepultar las alternativas democr�ticas del pa�s en el siglo XX y y lo que va del XXI: el suyo.
Pol�ticamente el candidato de MORENA/PT/PES es un aspirante fuerte porque no es un aspirante sino el catalizador de una realidad socialmente cruda, institucionalmente partida en dos o m�s pedazos y econ�micamente mezquina e ineficaz que padece M�xico.
El sesgo de preferencias electorales que marcan las encuestas elaboradas hasta hoy a nivel nacional parten -entre otros- de dos elementos clave: AMLO es apoyado por potenciales votantes molestos, enojados, indignados contra el robo de su futuro, sin importar que tal robo lo hayan cometido pol�ticos corruptos u �honestos�, de derecha o de izquierda, afines al neoliberalismo o a la vuelta macroecon�mica de modelos hist�ricamente agotados.
El ciudadano, la ciudadana, se sienten frustrados con mucha raz�n y buscan al que se las hizo, al que se las pague y a un juez que los castigue.
Si la poblaci�n en general entendiera de elementos macroecon�micos sabr�a que ante los defectos del modelo neoliberal podemos anteponer los defectos del modelo de econom�a mixta que propone AMLO y que ambos conducen a sendos fracasos.
Empero, en este momento, en febrero del 2018, la poblaci�n en general busca un verdugo antes que exigir un presidente.
Puestas las cosas en la balanza: a la mayor�a de votantes no parecer importarles que AMLO haga alianzas con Elba Esther Gordillo, Napole�n Urrutia y un amplio grupo de personas de oscuro pasado que provienen -como �l- de un origen priista y en algunos casos de las catacumbas del partido tricolor.
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Pol�ticamente hablando Ricardo Anaya Cort�s representa al Maquiavelo, al Fouch� que todos llevamos dentro, s�lo que no todos aspiramos o hemos llegado a un paso de la presidencia del pa�s.
Pol�ticamente el candidato del PAN/PRD/MC nos demuestra que el poder no es un ejercicio de inocentes pero su imagen se derrumba cuando desconoce que la guerra es el arte del enga�o, como lo razon� Sun Tzu, c�lebre general y pensador chino de la antig�edad.
Econ�micamente Ricardo Anaya Cort�s va por la continuidad del modelo neoliberal que abiertamente defiende Meade Kuribe�a s�lo que Anaya Cort�s pretende infructuosamente ocultar su verdadero Yo: el acusado de ser una maravilla para la corrupci�n, el boxeador excelente en el intercambio de golpes en corto -Margarita Zavala da testimonio al respecto- pero p�simo en el manejo de las piernas -cantar y trasladar a sus hijos de las escuelas en Estados Unidos a centros educativos en el pa�s no ha sido una estrategia suficiente sino hip�crita- por lo cual requerir� el auxilio del PRI, de Pe�a Nieto y de los poderes f�cticos detr�s suyo para ganar, en el caso de que el barco llamado Meade Kuribe�a termine por hundirse.
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Hemos vivido campa�as disfrazadas de pre-campa�as que no abonan a la democracia, que no exponen nada substancial, que han exhibido por todas partes el deseo de arribar al poder por el poder, que colocan a M�xico ante la terrible imagen del espejo: la de un pa�s subdesarrollado, sumido en la corrupci�n. Impunidad, opacidad, violaci�n cotidiana de los derechos humanos, con da�os estructurales irreparables desde cualquiera de los asomos de propuestas anodinas ofrecidas por los candidatos; sangrante, cansado, aburrido, v�ctima de la hediondez del poder, del da�o que la partidocracia provoca en nuestros ojos y o�dos y en nuestra inteligencia, retrasado en el contexto de la historia mundial, empe�ado en deshacerse de sus riqu�simos recursos naturales y humanos, suicida, sumido en una guerra civil gestada por el Estado y disfrazada por �ste como una lucha contra la delincuencia organizada.
La guerra con m�s de 200 mil muertos es parte de la estrategia de los grupos en el poder para perpetuarse all�.
Se arrojan cad�veres uno al otro.
Los delincuencia de cuello blanco se esconden detr�s de los zetas, del cjng, del cartel del golfo, el de Sinaloa y anexas.
A�adamos: el 2018 y su proceso electoral tambi�n muestran un M�xico v�ctima de su propia indiferencia democr�tica, de su falta de madurez como sociedad civil, de su conformismo e indiferencia pol�tica.
2018: han concluido las pre-campa�as vergonzosamente pat�ticas.
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Los aspirantes a las gubernaturas merecen an�lisis aparte.
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