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Actualizado: 2018-01-14 |
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De razones y pasiones
El miedo
Rafael P�rez C�rdenas
El diccionario de la lengua espa�ola de la Real Academia dice que el miedo es la �angustia por un riesgo o da�o real o imaginario� o el �recelo o aprensi�n que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea�.
El miedo suele ser una respuesta objetiva de nuestra conciencia. Est� en nuestra naturaleza; sin embargo, tambi�n puede ser inducido para obtener cierto tipo de conductas de quien lo desarrolla. Hoy, ante el clima de violencia que vive el pa�s, los mexicanos tenemos miedo, por lo que hemos modificado pr�cticamente todas nuestras conductas de convivencia.
La percepci�n de inseguridad y el miedo, explica la investigadora Imelda Valero (ENTS, UNAM) llevan a las personas a buscar espacios seguros refugi�ndose en sus propias casas, aisl�ndose, encerr�ndose en el individualismo y en la desconfianza, en el enojo, en el resentimiento y en el deseo de venganza.
De esta forma, se establece un c�rculo vicioso: la violencia acaba con la vida comunitaria y cuando esto sucede, se propicia la violencia. La violencia est� �ntimamente ligada a la vulnerabilidad de la poblaci�n.
�Qu� significa vivir con miedo? Pues es esa sensaci�n de vivir abrumados por la inseguridad y la violencia, una realidad por la que habitantes de diversas ciudades de M�xico han optado por cambian sus rutinas; nuestros h�bitos ya no son los mismos; ya no salimos a la calle en determinadas horas, dejamos de visitar sitios espec�ficos �particularmente los antros o ciertas lugares que impliquen riesgo-, y casi no permitimos que nuestros hijos menores salgan a jugar a la calle como antes.
Diversos estudios confirman que el 72.9% de la gente ha dejado de usar joyas por miedo a ser asaltado, el 78.1% ha prohibido a sus hijos salir por temor a que les pase algo, el 59% ha dejado de salir de noche y el 33.5% dej� de salir a caminar. Es decir, nos encontramos en una situaci�n tan dram�tica que 3 de cada 10 personas prefieren no salir a caminar si quiera.
Poco a poco, en Xalapa nos hemos acostumbrado a vivir con miedo y eso no es normal. Sin embargo, a pesar de esta costumbre, no deja de sorprendernos eventos como los registrados en la ciudad el s�bado pasado.
La ejecuci�n de una persona frente al Tribunal Superior de Justicia, en la avenida m�s transitada de la ciudad, ante la azorada mirada de decenas de personas, s�lo fue el pre�mbulo de otra ejecuci�n colectiva. Por la noche, en el fraccionamiento El Tejar, nuevamente fueron arrojados cuerpos de personas mutiladas; esta vez, un total de nueve, presumiblemente integrantes de una banda delincuencial.
El discurso del mandatario estatal es equivocado, no por insistente o falto de argumentos, sino porque lo que en realidad est� diciendo a los xalape�os �y a los veracruzanos en su conjunto-, es que en la ciudad hay grupos delincuenciales capaces de matar, mutilar y arrojar a la v�a p�blica los despojos de sus v�ctimas, sin que nadie lo impida. Por supuesto, eso no tranquiliza a la poblaci�n. Por el contrario, la pone a merced del miedo y de estos sicarios.
�No eran personas de bien�, ha justificado una vez m�s, repitiendo incansable el mon�logo Duartista sobre el origen de la violencia. En su l�gica, el gobernador Yunes asegura que conoc�an los riesgos de su actividad delictiva, y por lo tanto, infiere que no es necesario perder tiempo y recursos tratando de investigar lo que a la sociedad poco importa. Ellos se lo buscaron, as� que bien merecen ser despojados de la justicia. Hoy que ya sabemos qui�nes son, basta con entregar sus restos a sus familiares.
�Pero y qu� pasa con quienes los mataron? �Han sido exonerados por el hecho de que se trataba un ajuste de cuentas entre delincuentes? �Tienen acaso una patente de inmunidad cuando se trata de ejecutar a miembros de bandas rivales? Acaso, �terminaron su trabajo y ya se han ido de la ciudad?, o aqu� se mantienen delinquiendo, asolando a una sociedad temerosa que ha recibido el mensaje de que son capaces de cualquier cosa.
Tal vez es algo que ignoren intencionalmente las autoridades, pero a los ciudadanos no s�lo nos interesa conocer quieren eran las v�ctimas, sino tambi�n que pasar� con sus victimarios. Saber que han sido identificados, que ser�n detenidos y que ninguna otra persona correr� la suerte de estos miserables, podr�a ser el primer paso para perder el miedo y recuperar la confianza.
Pero mientras sepamos que siguen ah�, consentidos por la autoridad como una especie de depredadores naturales de su propia especie delincuencial, nadie estar� tranquilo. El Gobernador lo ha dicho: son delincuentes. Y lo que les genera recursos no es matar a los miembros de bandas rivales, sino secuestrar, extorsionar, cobrar derecho de piso. Y eso se lo hacen a la gente, no a sus contrarios.
Por eso es tan importante la justicia. No s�lo para castigar lo que han hecho, sino para evitar que sigan causando m�s da�o a la poblaci�n. �A qui�n le conviene en realidad tener a la poblaci�n secuestrada por el miedo?
Las del estribo:
1. Las cifras no mienten. En s�lo dos semanas, Veracruz se ha ba�ado en sangre. Tendremos el mes m�s violento de los �ltimos a�os. Mientras, los responsables de darnos seguridad siguen entrampados en trabajar por sus intereses pol�ticos y econ�micos. La respuesta a sus acciones la tendr�n antes de que vote un gallo.
2. Andr�s Manuel ya oli� la sangre. En medio del estado de descomposici�n por la inseguridad, �ya sabes qui�n� decidi� quedarse una semana m�s de gira en el estado. Seg�n sus c�lculos, en Veracruz podr�a alcanzar una victoria no s�lo para gobernar la entidad sino para llevar un mill�n de votos a su causa. Hoy el Gobernador hace de AMLO lo que Duarte hizo de �l: una v�ctima.
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